Cuántas viciosas más

Razón tiene el antropólogo Eudald Carbonell cuando advierte que no somos humanos del todo, «sólo al 60%». Tal y como actúan algunos,dejan claro que les queda mucho más lejos el proceso de hominización que los modos animales de Atapuerca.

Hablo –imposible no hacerlo con todo lo que hay leer estos días– de ‘La manada’, esos tipejos que exigen respeto a su intimidad, que no quieren que se difundan sus datos ni sus caras (!) después de repugnar a medio país por su ‘encuentro’ con una cría de 18 años que no gritó lo suficiente.

Afortunadamente, el vídeo que grabaron durante la hazaña es de los pocos detalles que (aún) no se han filtrado. Pero si el juez instructor quedó espantado al visionarlo, poco más necesitamos saber.

El juez rechaza las conversaciones de whatsapp que mantenía esta banda –21tíos: otros 16 jalearon y no denunciaron–, aunque hablaran de cloroformo, de violaciones, de reinoles y cuerdas. Pero sí se admite un informe de unos detectives que escarbaron en la vida de la VÍCTIMA tras el horror: si reía, si salía, si seguía viviendo o qué fotos colgaba en su instagram...

Descorazonador ver el camino que lleva el caso. Pase lo que pase, para algunos la juzgada es ella, una chavalina a la que cinco animales arrastran a un portal, la hacen de todo y lo graban. Y ella –cuánto vicio– se sobrepone e intenta seguir adelante, vivir.

Tras algunos textos nauseabundos sobre el asunto, me pregunto si alguien se molestará en investigar cuántas ‘viciosas’ más han sufrido a esta tropa. Todas gozando, fijo.