20/07/2021
 Actualizado a 20/07/2021
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Allá por los años sesenta y tantos estaba muy de moda la canción ‘Cuando salí de Cuba’ que, si bienera una composición de Luis Aguilé, tuvieron mucho éxito con ella Los Tres Sudamericanos. Hablar de Cuba entonces era casi como hablar de España. Más de un pariente nuestro había estado trabajando en la perla del Caribe y de hecho nunca faltaba en muchos de nuestros pueblos alguien apodado El Cubano o La Cubana. Al parecer, la mencionada canción se inspiró en una dolorosa experiencia de su compositor que hubo de salir pitando de la isla, dejando allí enterrado su corazón, es decir, a una muy querida amiga. Pero no es el único caso. Recuerdo a gente de mi pueblo que había logrado una buena situación económica y que tuvo que venir en alpargatas, dejando allí todo el fruto de su trabajo, además de a seres queridos.

En cualquier caso es indudable que Cuba siempre suscita en los españoles un gran afecto, si bien hay dos maneras de vivir este amor: una es el aprecio por su tierra y por sus gentes y otra la admiración por sus líderes políticos y su forma de gobierno. Ya sabemos que es una de las dictaduras más crueles del planeta, pero en España tiene numerosos devotos, especialmente entre la izquierda más rancia. Resulta sorprendente que aquellos que más critican a Franco hasta sacarlo su de su tumba rezarían más de un padrenuestro, si fueran creyentes, ante el mausoleo del dictador cubano, de Fidel Castro. Y, aunque las comparaciones sean odiosas, hemos de reconocer que hay una gran diferencia entre ambos. El primero, desde el punto de vista económico, sacó a España de la pobreza, mientras que el cubano, también de origen gallego, los ha dejado sumidos en la más absoluta miseria. En el orden político y de las libertades Franco dejó a un sucesor que llevaría a España a la democracia. En Cuba por el contrario le han sucedido otros tiranos dispuestos a eternizar la dictadura.

Por otra parte resulta sorprendente y preocupante, además de ridículo,que en cierta manera nuestros actuales gobernantes estén dando pasos para seguir por ese mismo camino en España, al igual que en Venezuela, limitando cada vez más las libertades y anulando la separación de poderes. Mientras que en Cuba están deseando salir de la esclavitud, ¿seremos tan necios los españoles que consintamos que nos lleven al modelo deestado y de gobierno que ellos detestan? Aunque parezca mentira, todo es posible. Por lo demás deseamos que por fin, aunque con sangre, sudor y lágrimas, el pueblo cubano alcance la libertad.
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