Cuando la Negrilla se disfraza de Carnaval

La Bañeza recibe este jueves la Negrilla de Oro en su séptima edición por su fiesta más genuina

P.J. Abajo
13/11/2022
 Actualizado a 13/11/2022
Una de las particularidades del carnaval es que cualquier idea se convierte en motivo para disfrutar y hacer disfrutar de la fiesta a cuantos llegan. | ABAJO
Una de las particularidades del carnaval es que cualquier idea se convierte en motivo para disfrutar y hacer disfrutar de la fiesta a cuantos llegan. | ABAJO
El Carnaval de La Bañeza es la fiesta de las fiestas para los bañezanos y también un motivo de celebración y de encuentro para los miles de visitantes que cada año atrae Don Carnal a este rincón de la provincia leonesa con su derroche de colorido, de imaginación y de originalidad durante unos días al final del invierno, haciendo que más que una simple fiesta sea todo un acontecimiento con una larga trayectoria y un brillante futuro por delante.

Declarado de Interés Turístico Nacional desde hace más de una década y conocido mucho más allá de las fronteras españolas, el Carnaval de La Bañeza es la cita que con orgullo exhiben los bañezanos allá donde vayan y el momento de encuentro y vuelta a casa para cuantos se encuentran en la diáspora. Singularidad, tradición y vocación de los carnavaleros son algunas razones más para que la mascarada bañezana luzca a partir de ahora el reconocimiento de La Nueva Crónica con la Negrilla de Oro 2022.

Hay quienes todo el año piensan en carnaval aunque sólo se manifieste en las calles unos días; bueno, casi una semana larga si no se tienen en cuenta todas las actividades previas a las mascaradas con las que los bañezanos van animando el cuerpo para el momento de salir a las calles a disfrutar de la juerga y de la música de las charangas.

El Teatro Municipal acoge el jueves a las 20:30 horas el acto de entrega de la Negrilla de Oro 2022 al Carnaval de La Bañeza La maquinaria del siguiente carnaval empieza justo a trabajar en el momento de enterrar a la sardina. Ahí es cuando surgen las nuevas ideas «para el próximo año» y por eso en La Bañeza durante todo el año se respira el ambiente festivo que da la mascarada. Y es que la mayor parte de lo que son sus carnavales es la originalidad con la que cientos de bañezanos salen a la calle todos y cada uno de los días de esa semana en la que uno se puede encontrar de todo.

Porque, al contrario de lo que se suele pensar fuera, el Carnaval de La Bañeza no son sus desfiles multitudinarios ni la proclamación de la Musa, el Entierro de la Sardina o el ambiente del sábado. Todo eso también, pero sobre todo lo que distingue a esta fiesta es que en cualquier momento una persona puede salir a la calle disfrazada de lo primero que se le acuerde sin temor a estar fuera de lugar. O estar despachando en una tienda o trabajando en una oficina con algo que recuerde que Don Carnal está de paso.

Algo de historia


La primera referencia al carnaval bañezano data de 1675 y es un documento en el que un vecino hace testamento y expone sus últimas voluntades en diferentes cláusulas entre las cuales dispone ocho mil reales para que se haga una fundación de las cuarenta horas los días de carnaval en el convento del Carmen Descalzo de esta villa. Sin embargo, es durante la mitad del siglo XX cuando la fiesta empieza a tener más relevancia por la prohibición de disfrazarse y de ocultar el rostro.

Es ahí y gracias a la fuerte tradición que existía desde tiempos remotos en la ciudad cuando la fiesta se hace más famosa en toda España porque los bañezanos se saltaban las prohibiciones a pesar del riesgo de ser detenidos o multados por las fuerzas del orden, por lo que se organizaban fiestas privadas o en barrios más alejados como El Polvorín, donde era más difícil ser sorprendidos que no en el centro de la ciudad, o ir disfrazados a recibir las llegadas y salidas de los trenes que a diario transitaban por la línea Plasencia-Astorga en las inmediaciones de la estación.
Cuando aquellos bañezanos que salían a disfrutar de la mascarada eran vistos por alguna autoridad, los enmascarados huían corriendo para no ser sancionados. De esta costumbre de las entonces denominadas ‘fiestas de invierno’, salió la expresión «correr el carnaval» que aún hoy permanece en el lenguaje local. Aunque también cuentan los mayores que muchas veces la policía o la Guardia Civil «hacían la vista gorda».A partir de los años 70 para el carnaval bañezano todo empezó a ser fama y popularidad. Ya autorizado primero de manera expresa para La Bañeza y luego con la llegada de la democracia para toda España, ahí es cuando las primeras comisiones de fiestas para la organización de los antruejos y algunas familias o entre amigos forman los primeros grupos para hacer los desfiles.Y desde hace décadas tres desfiles son los que durante estos días llenan de colorido y de imaginación las calles bañezanas y cada uno con sus motivos: el del domingo para recordar los disfraces del año anterior, el del lunes para dar protagonismo a los más pequeños, que son la cantera y el futuro de la fiesta, y el del martes, donde Don Carnal luce todas sus galas en un cortejo kilométrico y de tres o cuatro horas que abre la Musa del Carnaval.Es la Musa del Carnaval uno de los puntos importantes de la fiesta. Desde que el desaparecido Grupo Salsa con José Blanco a la cabeza ideara esta figura que sirviera de inspiración a la mascarada son ya una treintena de chicas las que han inscrito su nombre en esta especie de olimpo de disfraces donde ahora son los grupos quienes presentan candidatas y un jurado quien vota para elegir a la afortunada, pues muchas jóvenes sueñan desde niñas con ser musa.Del Carnaval de La Bañeza se podrían escribir libros y llenar decenas de páginas de periódico o estar horas y horas hablando. No en vano, hay multitud de publicaciones sobre el tema y se han realizado algunos congresos sobre esta fiesta que se puede considerar un importante elemento del patrimonio inmaterial leonés, cuyas particularidades y características tienen muchos elementos en común con la manera en que se celebran los carnavales en otros sitios de la provincia o de fuera de ella pero también muchos rasgos diferenciales.
La originalidad o la chispa, o el presupuesto que muchas familias se gastan en el carnaval –por desgracia, antes más que estos últimos años– es algo que siempre llama la atención a cuantos se acercan a conocer la fiesta. Como ocurre sobre todo los sábados por la mañana cuando el centro de La Bañeza se llena de pequeños grupos o de carnavaleros anónimos que montan su parodia en plena calle y uno puede encontrarse de todo.

Y esa manera de decir y no decir, dejar entrever y no enseñar, hacer de la ironía casi un dogma y divertir, distraer o bromear, todo eso es, posiblemente, lo que más une al Carnaval de La Bañeza con La Negrilla que cada día se asoma a las páginas de La Nueva Crónica para contar algo pero contarlo «de otra manera». Por ese motivo en este 2022, tras el parón de estos dos años por las restricciones, La Negrilla viajará vestida de oro a La Bañeza para reconocer el próximo jueves a los carnavaleros de antes y a los de ahora pero también a los que en futuro harán grande esta fiesta.
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