29/04/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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La mitad de la primavera se acerca. Sí el día 3 celebramos la ‘Cruz de Mayo’. Es en este día, en el centro de la primavera, cuando el campo empieza a renacer. En la Cruz las viñas se iluminan, se observa en la distancia que ya han brotado. Es en la Cruz cuando los agricultores ya respiran aliviados porque las dañinas heladas se han dejado atrás; como me decía un paisano: «En saltando la Cruz de Mayo se pasa el riesgo de helada». Después de la Cruz los día son ya largos y las temperaturas benignas: «Por la Cruz, ya ve el lobo la luz».

La Cruz anuncia que toca plantar, que hay que volver a la huertina que llevaba tiempo descansando. Para el que nunca haya cultivado empezar con la huerta es una oportunidad única para experimentar la autosuficiencia. Cultivar la huerta te hace sentirte bien, te acerca a la naturaleza y a sus ciclos. John Seymour, el autor de ‘El Horticultor Autosuficiente’, lo describe mejor que nadie: «autoabastecimiento no significa retroceder a un nivel de vida más bajo. Al contrario, es la pugna por conseguir un nivel de vida más alto, alimentos frescos, buenos y ecológicamente elaborados, una vida grata en un ambiente agradable, la salud corporal y la paz mental que nacen de un trabajo duro y variado al aire libre, y la satisfacción que proviene de la realización correcta y eficiente de tareas difíciles y complicadas».

Creo que no hay un mejor lugar en el mundo para practicar la autosuficiencia que El Bierzo: rodeado de unas montañas que abrigan y protegen un «hoya» con fértiles suelos y abundante agua. Está tierra es ideal para alimentarse y cuidarse. En una huertina podrás cultivar suculentos y nutritivos tomates, zanahorias, cebollas, calabacines o habas. También podrás experimentar con berenjenas blancas (mucho menos amargas), con pepinos limón (más suaves y digestivos), con acelgas multicolores o infinitas variedades de pimiento. No te olvides de plantar también tu propia botica, en la huerta podrás cultivar multitud de plantas medicinales. Recuerda que al final de la temporada disfrutarás de ese tomate recién cortado cuyo sabor jamás olvidarás y que, finalmente, podrás llenar la alacena de botes y botes de deliciosas conservas y confituras.

Aprovecha laCruz de Mayo para volver a la huerta. No dudes que en ella tu cuerpo, mente y espíritu volverán a renacer. Cultivar tu propio alimento sin duda te llenará de alegría y satisfacción. La huerta te acercará a los sabores auténticos, a los colores sublimes, a los aromas ocultos. Una pequeña huerta, al hacerte más autosuficiente, sin duda te hará más libre. ¿Puede haber algo más gratificante en la vida?
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