Crónica de un fracaso anunciado

Prácticamente nadie creía en que la Fundación Villalar llegase a cumplir algún día sus objetivos, más allá de dar un soporte intelectual a algunas tesis interesadas, puesto que el sentimiento de comunidad nunca puede ser del todo real entre dos regiones

La Fundación Villalar se ha dedicado más al intercambio de favores que a su verdadero objetivo, que era inalcanzable
17/10/2019
 Actualizado a 17/10/2019
El presidente de Las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes, anunció ayer enLeón su intención de disolver la Fundación Villalar, creada en su día para generar un sentimiento de comunidad que, en opinión tanto del propio Fuentes como de muchos miles de habitantes de esta comunidad, no ha conseguido llevar a cabo. Fuentes añadió además que, cuando llegó al poder el actual equipo de Gobierno de la Junta, integrado por responsables del Partido Popular y de Ciudadanos, el presupuesto de la comunidad, estaba «ejecutado en un 80% y ejecutado en un 81%», cifras que se pueden entender como lógicas teniendo en cuenta que quedaba más o menos medio año por delante. En cambio, por lo que tiene que ver con la Fundación Villalar, el presupuesto, que es de unos 850.000 euros al año, estaba ejecutado en un 100%, de modo que «sólo hemos tenido que pagar las facturas». Es un buen ejemplo de lo que ha ocurrido con esta fundación que se ha dedicado más al intercambio de favores que a su verdadero cometido, reconociendo que su cometido era prácticamente inalcanzable: la cultura puede generar muchos sentimientos, pero desde luego no el de pertenencia a una comunidad autónoma que, como todo el mundo sabe, está compuesta por dos regiones históricas que, efectivamente, tienen cada una de ellas su propio sentimiento identitario.
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