Critican a la Junta por tachar de "bulo" una denuncia efectuada en el comedor de Toral

La Consejería de Educación responde al PSOE que "la apreciación de las dos comensales no se ajustó a la realidad" al quejarse de que había gusanos en la comida

M.I.
30/03/2019
 Actualizado a 14/09/2019
Uno de los comedores escolares de la comunidad, donde la Junta asegura que no se permite la línea caliente. | ICAL
Uno de los comedores escolares de la comunidad, donde la Junta asegura que no se permite la línea caliente. | ICAL
Los padres y madres de alumnos del Colegio de Toral de los Vados han lamentado las «mentiras», dicen, con las que la Consejería de Educación ha respondido a una iniciativa parlamentaria del PSOE, que le preguntaba por las condiciones higiénicas del centro, tras el episodio en el que dos niñas detectaron la presencia de bichos o gusanos en unas patatas a la riojana hace unos meses.

Para la Junta, se trató de una«apreciación errónea de dos comensales que ha derivado en un bulo», dice textualmente. Desde entonces, la inquietud de los padres ha hecho que muchos alumnos dejaran el comedor e incluso que procedieran a recoger firmas para defender la línea caliente en este tipo de centros, una posibilidad que podría darse porque cuenta con infraestructura para ello.

La Consejería de Educación, sin embargo, asegura en su respuesta que «el sistema de línea caliente está prohibido en la prestación del servicio público de comedor escolar en nuestra comunidad, en aras de disminuir el riesgo sanitario al máximo», apunta. Sin embargo, el colectivo afectado asegura que hay centros en otros municipios bercianos como Cacabelos o Fabero que cuentan con línea caliente y consideran que no están atentando a la norma.

Sin embargo y pese a las luchas que ha habido de centros en el Bierzo en los últimos dos años con el fin de pasar la línea fría a comida en caliente apuntan que «las autoridades sanitarias y la administración educativa ha optado por el método más seguro y saludable que es el cátering de línea fría». Recuerda que hace 13 años, en Toral se decidió proceder a este sistema.En los últimos cinco cursos, asegura que «se han presentado tres quejas» formales, todas ellas en este último curso, algo que también los padres y madres niegan, puesto que en varias ocasiones se han quejado del mal estado de algún plato «pero nos han pedido hacerlas a la concesionaria y por escrito», dicen.

En enero se formalizó la baja de cuatro alumnos por, en uno de los casos, la mala calidad del servicio, según argumenta la queja, y en otro por «servir la comida en mal estado». Todo ello antes de que en febrero, después del episodio en el que se sirvieron las patatas a la riojana que contenían presuntamente gusanos, lo que provocó otra baja en el comedor. La Junta recuerda ese capítulo y justifica cada movimiento por su parte «se siguió el protocolo de actuación que derivó en que se comprobase que lo que las alumnas confundieron con un gusano no lo era», relata.

Apunta que las monitoras, cuando las dos alumnas de los 42 comensales que el 17 de diciembre comieron el plato en cuestión, realizaron un examen visual en el que no detectaron nada, aunque retiraron los platos. Sin embargo, los padres y madres recuerdan que existe un informe de las mismas que hablan de la percepción de «bichitos con patas», que se ha pasado por alto la administración. Pero la Junta, en su argumentario, apunta que se sirvieron más de 3.000 platos de esa comida ese día y no hubo más quejas.

Sin embargo, cuatro madres de los usuarios denunciaron este particular a la dirección del centro al día siguiente y la Junta aplicó los protocolos pertinentes. En este caso, se encargó a una empresa externa, contratada por la concesionaria del servicio de cátering, un análisis de la muestra, que hizo de manera visual. A las llamadas de una madre quejándose ante la Dirección provincial de este asunto, que asegura que es la primera constancia queesta tiene al respecto, puesto que no se ha enviado ningún escrito, algo que consideran lógico tras comprobar el incidente y ver que «la apreciación de las dos comensales no se ajustó a la realidad», dice en sus respuestas la Junta con contundencia.

«El incidente no ha existido, pero ha generado alarma social debido a que se ha dado publicidad del mismo en varios medios de comunicación», advierte. De todos modos, asegura que no ha afectado al uso del comedor, que era de una meda de 42 comensales y ahora es de 40, algo que los afectados aseguran que no es real, puesto que en muchos casos se ha dejado de utilizar.

Pese a que la Junta solicita que las quejas se remitan por escrito, apunta que muchas de ellas «se resuelven mediante una llamada de teléfono a las familias»por su parte. Los padres y madres han manifestado su decepción con esta respuesta y aseguran que han recabado firmas, más de medio millar, con el fin de conseguir que se cambie el sistema de línea fría y que seguirán en esa lucha, para no zanjar un problema que reiteran que fue real.
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