Crisis y pobreza energética

Por Javier F. Lozano

Javier F. Lozano
07/12/2022
 Actualizado a 07/12/2022
Mina de carbón de la Gran Corta de Fabero, uno de los ejemplos de las minas que llevan varios años cerradas y conservadas de manera deplorable. | J.F.
Mina de carbón de la Gran Corta de Fabero, uno de los ejemplos de las minas que llevan varios años cerradas y conservadas de manera deplorable. | J.F.
Nos quitaron el carbón, ahora han ido a por las térmicas. Después contra las nucleares. El panorama energético español se plantea vacilante ante el paradigma de un incierto futuro económico. ¿Tan negro como nos lo han hecho creer? El carbón es uno más de los muchos desatinos cometidos por aceptar en el pasado las condiciones leoninas para pertenecer a la Unión Europea. Nos engatusaron con el dinero fácil; agricultores y ganaderos fueron los primeros en aceptar, a cambio de pingües beneficios que hoy ahogan sus cuentas hasta el cierre definitivo. Sólo un ejemplo, nuestro país ha perdido en el último lustro más del 35% de las granjas de leche y el 8% de las explotaciones agrarias. Un ritmo de pérdida nada desdeñable, si tenemos en cuenta que la situación solo hace que empeorar. Al carbón le pasó igual y, por el contrario, las ayudas recibidas en muchos casos nunca llegaron a una digna reconversión del sector. Actualmente, la Comisión Europea, en su último informe de 2020, incluye al carbón de coque, extraído principalmente para la fabricación de aceros en los altos hornos siderúrgicos del país, entre los recursos críticos para la Unión. Para que entendamos lo que esto significa, los recursos críticos son aquellos que controlan la situación geopolítica mundial, cuyo desabastecimiento o escasez puede producir un enorme impacto global. Esta hulla bituminosa procedía en nuestro país principalmente de las cuencas leonesas de Sabero, Ciñera-Matallana, Villablino y la Magdalena, entre otras, contribuyendo de manera notable desde mediados del siglo pasado al desarrollo tecnológico y el rápido crecimiento industrial. Ahora que las minas llevan varios años cerradas, en condiciones de conservación deplorables, la Unión llama a todos los países miembros a volver al carbón para reducir la dependencia de terceros países. Mientras, desde la cumbre anual del clima de las Naciones Unidas que ha tenido lugar hace unas semanas en Egipto, continúan las advertencias para la descarbonización del planeta. Estados Unidos, China o Rusia nunca quisieron participar activamente, mientras que Alemania ya ha reaccionado reabriendo algunas de sus minas a cielo abierto. ¿Lo hará España? La pugna entre intereses de las grandes potencias mundiales nos ha llevado a un caos energético difícil de contener. Si no se aclaran los políticos, cómo lo van a hacer los ciudadanos. Sólo un apunte, la energía es fundamental para el crecimiento económico y la mejora del bienestar, es un índice de desarrollo humano de los países y contribuye a la calidad de vida. ¿Se imaginan volviendo a la época de las cavernas? ¿Renunciarían a las comodidades alcanzadas? Les puedo asegurar que salir de la cama a primera hora de la mañana sin calefacción no es una experiencia agradable. Veremos lo que nos depara el futuro energético mundial, pero ya les adelanto que se avecina un invierno frío, abríguense por lo que pueda pasar. Pero eso sí, no se olviden de disfrutar estas Navidades. Que no nos quiten 'el calor' y la compañía de los nuestros. ¡Felices Fiestas!
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