Cresta de suaves cumbres

Esta ruta se plantea en una zona menos elevada, ya que las cumbres no llegan a los 1.400 metros

Vicente García
16/03/2018
 Actualizado a 19/09/2019
La cumbre del Pico Valdorria al oeste. | VICENTE GARCÍA
La cumbre del Pico Valdorria al oeste. | VICENTE GARCÍA
La zona de Boñar entra ya en el terreno de la montaña, pero hasta el valle de esta población existen numerosas elevaciones y valles menioes con cantos rodados formando sedimentos de conglomerado con zonas bastante verticales. Si bien las rutas que se realizan en la cordillera suelen ser en zonas más agrestes y elevadas, las caminatas por estos lugares tienen su interés por los paisajes que dominan y los elementos orográficos y biológicos que encierran.

Esta ruta, por lo tanto, se plantea en una zona menos elevada, ya que las cumbres no llegan a los 1.400 metros y sus cumbres son amplias y suaves, pero con un fuerte desnivel, y en algunos sitios se pueden encontrar complicaciones si se va por el camino equivocado. La ruta alcanza la cresta en el punto que empieza a superar los 1.300 metros, para continuar subiendo y bajando, parando en varias cumbres, una de ellas con vértice geodésico la Muga, para bajar al final hacia una zona desde donde se ve perfectamente la localidad de inicio: la Peña Tobal o Atobal, que de las dos maneras la llaman los textos consultados.

La ruta comienza en la localidad de Vegaquemada, en la rotonda que existe en el cruce con la carretera que va a la Ercina. Cruzando dicha rotonda se toma un camino asfaltado que algunos metros más adelante gira hacia la derecha y va a la planta de pellets de la que se puede ver el humo mezclado con vapor que produce y el intenso ruido que se escucha y que acompañará al caminante durante bastante tiempo en la ruta. Se debe seguir recto por un camino de tierra que luego continúa pasando por dos cruces de camino, después de los cuales gira a la derecha, descendiendo unos metros entre matorrales, para llegar al cruce con la zanja que se excavó para conducir el gas y que se reconoce por estar limpia de maleza, ser un camino muy recto y tener de vez en cuando postes amarillos de la empresa del gas. Desde este punto se andará más de dos kilómetros por esta trocha que a pesar de ser totalmente recto, sigue la estructura del terreno con varias subidas a las lomas y bajadas a los arroyos, es decir se pasan cuatro arroyos que hay que subir y bajar, dejando varios cruces de caminos, así como la localidad de Llamera que se ve abajo. Se parte del arroyo de la Portilla, a continuación el Valle Tras la Cuesta, más tarde el arroyo de Naredo, para continuar por el de la Canalina y el siguiente se asciende valle arriba por un camino desbrozado, hasta que comienza a hacerse cada vez más pindio y con mucha maleza, y es donde se sale hacia la derecha por una zona con bastante desnivel hasta alcanzar una loma que se va subiendo, cruzando zonas de arbolado estrechas hasta llegar a lo más alto, desde donde se divisa perfectamente la amplia vega de Boñar, la loma del Carrizal, una loma casi llana de 1.332 metros, que es la altura que alcanzan estas suaves cimas con una vista extraordinaria hacia el Pico Valdorria y las cumbres de norte.

Si se desea tomar el camino conviene bajar hacia la derecha por una zona despejada de maleza, si no, se sigue hacia el Este por la cresta en la zona limpia al lado de la vegetación. Si se camina por esta zona la vista de la vega de Boñar es muy amplia y completa. En un momento de la ruta se encuentra el camino que siempre va por la derecha, sin demasiada vegetación, y se sigue por el mismo. La cresta es como un tobogán, con continuas subidas y bajadas.

Una vez tomado el camino se sube una cuesta y al llegar a la zona más alta se sale del camino para alcanzar otra suave cima, que es la más elevada de la cresta, con 1.341 metros, se sigue después por un sendero inicialmente poco marcado, que continúa bajando, pasando por el inicio de un amplio cortafuegos, que baja, y se continúa por el camino de la crestería en una serie de continuos toboganes hasta llegar a otra loma en la que hay un vértice geodésico. Se trata de la Muga de 1.325 metros otra de las cumbres de la cresta.

Desde la Muga se baja algo menos de cien metros campo a través o por el camino, como se desee, para llegar a una collada, desde donde se vuelve a subir, para llegar a la zona más alta del camino y encontrar unos carteles que indican que siguiendo el camino hacia abajo se va a Vegaquemada por Candanedo, lo que significa un buen rodeo, o subir a la izquierda hacia los Cuetos, otra loma de 1.312 metros, con buenas vistas a la vega, que es la ruta que se va a seguir.

Bajando de los Cuetos va un sendero bien señalizado que en menos de medio kilómetro de descenso llega a la Peña Atobal, desde donde se ve perfectamente la localidad de Vegaquemada, y con dos elementos que marcan la cumbre: una casita con un cuaderno para dejar las impresiones del senderista y una hornacina con una virgen.

Desde este punto se comienza a dejar atrás la cresta. Hay que seguir bajando pero el camino hace una serie de quiebros para evitar las barrancas verticales bajo la Peña. En la parte de debajo de la Peña hay dos opciones. seguir bajando por la senda hasta llegar a un camino que desciende paralelo al arroyo del Cabezo, lo que hace salir bastante abajo o bien seguir por una senda que sube llegando al lomo bajo la pared de la Peña y desde allí seguir descendiendo por la loma evitando la vegetación, hasta encontrar una zona más limpia hacia la izquierda, bajar al arroyo Valdelacueva y tomar el camino que va hasta el cementerio y una vez pasado, se toma un camino a la izquierda que desemboca en otro que llega hasta la Residencia y desde allí, tras cruzar la carretera, hasta el punto de partida, donde finaliza la ruta.
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