Crego: "Tener un hijo con autismo no es un drama, pero sí condiciona la vida de todo el núcleo familiar"

¿Cómo le cambia a una familia la vida cuando a un hijo se le diagnostica que padece autismo? Los máximos responsables de Autismo León responden lo mismo: «completamente». El presidente y el vicepresidente, José Ángel Crego y Miguel Ángel Casas, lo vivieron en primera persona hace unos años, cuando a sus hijos Balta y Gonzalo les diagnosticaron un TEA.

«Cada padre o cada madre dará una respuesta diferente... Un drama no es, pero desde luego condiciona la vida de todo el núcleo familiar», señala Crego, que recuerda que un chaval con autismo precisa de cuidados y atención permanente, las 24 horas, «con lo cual la vida de la familia se condiciona y se adapta a la vida de la persona con autismo». Los hermanos, los padres, las madres, los abuelos... «Todo el núcleo familiar se entrega al chaval, y cada chaval es un mundo, así que a cada familia que le preguntes te dirá una experiencia diferente. Pero sí, te condiciona la vida entera».

Crego: Aquí hemos puesto la tecnología al servicio de los usuarios, en lo que a seguridad se refiereEl camino en estos trece años de vida de Autismo León no ha sido fácil, reconoce Crego. A medida que la vida de la asociación se ha ido asentando, han ido incrementando los servicios que dan a las familias. «Empezamos con el colegio, que ya tiene ocho o nueve años, hemos seguido este curso con el instituto, al que se van acoplando los chavales que van saliendo del cole. Y con estas nuevas instalaciones lo que hemos pretendido es cerrar el ciclo vital, puesto que cuando acaba la etapa educativa los chavales dan el salto a la vida adulta, y en este nuevo complejo pretendemos hacer la transición  a la vida adulta y que trabajen después».

¿Qué encuentra hoy una familia que tiene un niño con autismo? Hoy la asociación da todo el servicio, y no sólo al chaval sino a toda la familia. «Estamos generando esos espacios que son vitales y necesarios, porque lo más importante es la formación, y la formación en el caso de una persona con autismo ocupa toda su vida, no es sólo cuando son jóvenes».

Casas: La administración todavía no ha entendido que el autismo es una discapacidad diferente A pesar de todo, y de la alta prevalencia de este trastorno –la prevalencia es de 1 de cada 68 nacimientos, indica Casas–, el autismo sigue siendo un gran desconocido. Por ello, piden a las administraciones que les escuchen y vean que es una realidad diferente.

Casas hace hincapié en que estas personas necesitan apoyo para todo, «y esto es algo que la administración todavía no ha entendido, que el autismo es una discapacidad diferente: no tienen nada que ver con un discapacitado físico o mental, incluso hay muchos que no tienen discapacidad intelectual, y la administración esto lo confunde».