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Covid, pacto y postureo

25/06/2020
 Actualizado a 25/06/2020
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La semana pasada asistimos a un hecho grave: tras unos días sin actualización, el gobierno de España aportaba una nueva cifra de fallecidos con PCR positivo a Covid. Pasó de 27136 a 28315, 1179 en algo más de una semana. Esta modificación se debió a los errores acumulados en la contabilidad de las autonomías. Todas ellas hicieron una actualización, lógica en la mayoría –puesto que siguieron muriendo algunos pacientes–, salvo en las que redujeron el número de fallecidos y en una en que creció desproporcionadamente. Murcia redujo un fallecido su cifra y en Madrid descendió 275, lo que no deja de ser un error abultado, que pone en entredicho la labor de la consejería madrileña. Sin embargo, lo que resulta escandaloso es que Castilla y León pasase de 1928 fallecidos, contabilizados por el ministerio hasta el día 18 de junio, a 2775 el día 19, casi un 45% más (847).

Se ha hablado del descrédito de España por la contabilidad de los pacientes muertos o afectados por Covid-19. Ahora sabemos que Madrid y, fundamentalmente, la Junta de Castilla y León son los culpables de ese descrédito. En el caso de la Junta, si sumamos a esto la imprevisión de UCI de reserva en la provincia con más ancianos, León, –a pesar del colapso del hospital universitario durante la crisis, según confiesan los profesionales del mismo–, la desasistencia a las residencias –como la de Mensajeros de la Paz, donde murieron 72 ancianos presuntamente por Covid sin posibilidad de hospitalización–, el cierre de consultorios rurales, los desfavorables contratos de suministro de EPI a empresas leonesas, por no hablar de los bajos salarios de los MIR –que trabajaron como un facultativo más en la crisis–, ¿de qué hay que alegrarse?

El pacto de populares, naranjas, socialistas, morados y avulenses la semana pasada fue la foto de los bienqueda, un postureo sin contenido. Las medidas, llenas de inconcreción y objetivos medibles, que llenaban ese refrito, eran la coartada para el retrato, pero no incluían compromisos de dotar mejor la sanidad en la provincia que lo necesita, en el consultorio que lo requiere. El modelo de éxito de Mañueco e Igea aportaba 847 muertos más un par de días después de esa foto, donde una sedicente oposición se guiñaba el ojo con la incompetencia. Ahora que el palentino Casado pide tantas dimisiones ¿Lo hará alguien en Valladolid?

La foto del postureo tiene aroma a mesa por el futuro de León. La adicionalidad de fondos y la concreción de plazos serán la prueba de un auténtico compromiso. Esperaremos con humildad a que llegue lo inaplazable: la provincialización del 100% del presupuesto autonómico.

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