Cosmos asume el reto de luchar contra el cambio climático

Se suma a la preocupación por rebajar los niveles de CO2 y se remanga para encontrar alternativas que permitan combustibles más limpios

M.I.
04/12/2019
 Actualizado a 04/12/2019
Cementos Cosmos, una industria centenaria en la comarca, quiere asumir un futuro con menos emisiones.
Cementos Cosmos, una industria centenaria en la comarca, quiere asumir un futuro con menos emisiones.
Europa se ha puesto como meta asumir la lucha contra el cambio climático estableciendo, para 2020, una reducción del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, con respecto a 1990, y del 40% para 2030. Y, en ese contexto, las cementeras, entre ellas la fábrica de Cementos Cosmos en Toral de los Vados, han asumido el reto. El hormigón es su aliado, con poca huella ecológica y reciclable. Esa puede ser la base de nuevos productos.

Para rebajar los niveles de CO2, una preocupación que ya le ha hecho ir avanzando en el uso de biocombustibles y que sigue adelante con nuevas alternativas, pasa por desarrollar nuevos tipos de clínker, un material principal para el cemento y rebajar las emisiones. Cabe recordar que las cementeras emiten CO2 por dos causas diferentes.

La primera es un CO2 de proceso que es inevitable ya que se produce en las reacciones químicas necesarias para la fabricación de clínker. La segunda, tiene que ver con los combustibles del horno y ahí es donde emplear combustibles alternativos, como por ejemplo neumáticos fuera de uso, supone una mejora frente a la utilización de los combustibles fósiles tradicionales.

Ese paso que están dando cementeras a nivel internacional contribuye a hacer camino hacia una economía circular desde la llamada valorización energética y mineral. La propia Unión Europea califica la valorización como una alternativa segura para gestionar estos residuos.

Para las cementeras, reducir el CO2 es una obligación marcada por la UE pero también una preocupación y una inversión desde la que cuesta hacer números en un mercado competitivo en el que la descarbonatación supone un sobrecoste que asume el sector. Por eso, la pretensión es lograr un equilibrio entre el cuidado el medio ambiente, la sostenibilidad empresarial y la posibilidad de competir con productos de calidad en mercados en los que, fuera de Europa, se requieren menos obligaciones ambientales.

Medidas necesarias


Santa Bárbara coincide en el mismo mes en el que se pone en marcha la Cumbre del Clima en Madrid, que ha comenzado este 2 de diciembre como punto de encuentro para dar un giro a la situación que está produciendo una situación extrema en el cambio climático.

La pretensión es aunar posturas y caminar al lado, intentando reforzar las políticas que alcancen los Objetivos de Desarrollo Sostenible y del Acuerdo de París.
Cosmos es una de las empresas implicadas con esta preocupación defendiendo la sustitución de combustibles fósiles, como el coque de petróleo, por combustibles efectuados a partir de residuos que no se han podido reutilizar ni reciclar y que de manera mayoritaria se siguen enterrando en vertederos.

En este momento, 29 de las 33 fábricas de cemento existentes en España, están autorizadas para emplear combustibles derivados de residuos y España es aún el tercer país a la cola en esta práctica que, por otro lado, es ruta necesaria para cumplir con los compromisos y exigencias ambientales europeas marcadas para los próximos años. Además, el uso de combustibles preparados a partir de residuos, no incrementa las emisiones de las fábricas, ni genera riesgos añadidos para la seguridad y salud de las personas, respetando la calidad del producto, según múltiples estudios científicos.

La industria cementera española ya evita anualmente que 2,2 millones de toneladas de residuos acaben en vertederos, según el estudio del observatorio sobre reciclado y valorización de residuos en la industria cementera en España, elaborado por el Instituto Cerdà.

Un 54% de los residuos municipales gestionados en España se destinan a vertedero, una cifra preocupante, puesto que está 30 puntos más que la media de la UE. Pero además, el coste del vertido de residuos en España es de 49 euros por tonelada, una suma que triplica a la depaíses como Alemania o Suecia.

Según el mismo estudio en 2017, la industria cementera española recuperó energéticamente 819.000 toneladas de residuos, con una tasa de sustitución de combustibles fósiles del 27%, tres puntos más que en 2016, muy alejada aún de otros países como Suecia o Alemania que rozan el 70%.

Por eso los tiempos hacen que se apremie alcanzar nuevos métodos de reducción de emisiones y economía circular por los que ha lanzado su apuesta Cosmos.
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