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Cosas del riego

05/08/2020
 Actualizado a 05/08/2020
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En medio de un sinfín de placeres a los que entregarse en estos meses estivales hay a quien no le queda más remedio que enfundarse el traje de trabajo en vez del de baño porque si tienen una época de más tajo, es esta. No hablo de camareros de chiringuito ni de socorristas ni de cantantes de orquesta en la era precovid. El lío de verdad lo tienen los regantes, agricultores bendecidos por un canal de riego que pasan el verano de acá para allá y a quienes se les reconoce a la legua a la hora del vino en el bar porque nunca llevan chanclas. También se sabe cuál es su coche porque de él brotan mangueras amarillas y lo único que se les ve de la carrocería es el cristal de la luna delantera y lo que deja a la vista la palabra “guarro” pintada con un dedo en el lienzo de barro de la trasera. En peligro de extinción están ya las motos tuneadas con un tubo a la altura del asiento para encajar la pala y con las botas de goma enganchadas en el portabultos. El progreso al campo llega en forma de satélites y grandes estructuras de riego que permiten meter el agua desde el móvil y que a la vuelta de unos años dejarán para el recuerdo las llamadas del guarda del canal a la hora del vino para convertirla en la hora de ir a regar. Será pasto de la nostalgia eso de levantarse a media noche para, a la luz de la linterna, cambiar el agua. Regar los fines de semana no será la tragedia que es ahora y se acabará eso de encharcar un camino o, lo que es peor, la tierra del vecino. Porque para batallitas de verano, las del riego. Un cierre de compuerta a partir de media noche para volver a regar cuando llegue el día, y con el deseo de que no se entere el guarda, da más que hablar que lo mucho que ven los regantes por los caminos cuando cae la noche. Acequias, sifones, mangueras y chupones tienen los días contados. El riego por inundación ya no será un motivo por el que discutir y habrá que buscar nuevas excusas con las que enmascarar las paradas técnicas en ese cuartel general del riego que es el bar. En la barra del de mi pueblo hace unos días, un jubilado en ciernes planteaba una serie de puntos para evitar todas las situaciones que el riego interrumpe en verano. La picardía corre más que el agua por los desagües pero la tecnología es más rápida. A la vuelta de unos años, regar también será otra historia.
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