Corruptelas 2014

Otro año que se va. Con las campanadas y las uvas de nochevieja se abre el tiempo para el recuerdo de los últimos doce meses transcurridos y que arrojarán todo tipo de opiniones a la hora de valorar lo bueno y menos bueno acontecido. Cabe destacar del ya caduco 2014 la galopante corrupción en un número exagerado de políticos aunque cabe el reconocimiento de que hay en este colectivo muchas personas que pueden presumir de honrados y, además, demostrarlo.

Lo mismo ha pasado en el sector empresarial, en el que la proliferación de corruptores y corruptos ha estado a la orden del día. Y si hablamos de los muchos defraudadores descubiertos entre famosos, ya sean deportistas, artistas, cantantes y otros, se completa el abanico de la corruptela descubierta en este año que acaba. Indigna entre los ciudadanos que tenistas españoles de rango internacional, divas de la ópera, futbolistas de élite y cantantes famosos se encuentren entre los acusados como defraudadores de Hacienda, o sea, chorizos que han pretendido engañar a los españoles por aquello de que Hacienda somos todos. El caso que más me ha sorprendido es la regularización con el fisco realizada por mi paisano, Joaquín Sabina, después de que Montoro "le pillara con el carrito del helado". Al famoso compositor y cantante de Úbeda le conocí hace casi cincuenta años cuando pasaba algunas fechas del verano junto a sus padres en los baños de Canena, mi pueblo natal, y entonaba canciones entonces poco conocidas guitarra en mano. Después he seguido su trayectoria acudiendo a conciertos y a través de la tele. Me parecía Sabina un tío legal quizá porque somos forofos del Atlético. Desagradable y mayúscula ha sido mi sorpresa al verle implicado en temas millonarios con Hacienda.

Menos me ha sorprendido la conducta de otros artistas que han intentado defraudar a todos los españoles aunque sí me ha cabreado su actitud y lo mismo me ha ocurrido con deportistas defraudadores de dineros y de ilusiones, pues no pocos ciudadanos hemos visto que personajes de élite prefieran jugar en torneos internacionales con premios importantes en metálico a defender los colores nacionales en las pistas. Quiero y deseo que en el inminente 2015 sea recordado por la disminución de corruptelas. ¡Feliz Año Nuevo!