Corro de Villaquilambre: 'Donde miran las leyendas... aspirantes'

Víctor Llamazares y Moisés Vega refrendan su dominio de ligeros y medios imponiéndose en el corro de Villaquilambre

Fulgencio Fernández
17/07/2019
 Actualizado a 18/09/2019
También Moisés Vega sumó otra victoria, la segunda de esta temporada en tres corros. 1 SAÚL ARÉN
También Moisés Vega sumó otra victoria, la segunda de esta temporada en tres corros. 1 SAÚL ARÉN
Si hay un corro donde miran las leyendas es en Villaquilambre. No falta nunca Felipe León, siempre acude Manolo El Molinero, ayer hablando con Gallego Coca, el nieto de otro molinero y primer campeón provincial, el de Garrafe es concejal... el Torío bajo es tierra de mucha lucha y ahora corre con todos los detalles de la organización El Divino...

Las leyendas miran en las gradas de Villaquilambre y cuando esto ocurre se animan los aspirantes a ser leyendaspues saben que desde la grada se entiende lo que hacen y se sabe lo que es hacer historia. E historia quieren hacer, la están haciendo, Víctor Llamazares, el Hombre Tranquilo, de Valderrueda; y Moisés Vega, La Roca de Cistierna. Y no dejaron que les tosieran en un coso como el de Villaquilambre, aunque nada es ya un camino de rosas.

Había en ligeros bajas importantes. Javi Oblanca estaba traspasando los saberes de su cátedra a su primera hija, con sangre de balto omañés; a Jesús Martínez igual le pasó factura la fiesta de La Vecilla y nada se sabía, como es costumbre de la casa, de Santi El Míster, que tanta salsa le da a esta categoría.

Así las cosas miraba la gente para Busi, pero chocó en semifinales con el tren de Valderrueda, Víctor.

Víctor y Moisés Vega siguen sin dar opciones,la noticia fueron El Halconero y Lixer Campos¿Quién llegaba por el otro carril? Otro imprevisible, El Halconero, de la raza de los capaces de todo, de la cadrilada al cielo y de caer solo. Se metió en la final con arte... pero allí le esperaba El Hombre Tranquilo y también él chocó contra el tren de Valderrueda y marchó para la Sobarriba con la felicidad de una de esas segundas plazas que saben muy bien. «Yo ya cumplí».

Y en medios el aspirante a leyenda es Moisés, que suma varias Ligas y quiere sumar más. Dice él que no es tan fácil como parece pero viéndolo no lo parece tanto. Entre los obstáculosque le colocaron estaba Gasi, de regreso, de la raza halconera de capaz de todo, sobarribano también. Nada pudo hacer su apuesta por la lucha abierta con la contundencia de Moisés.

Pero siguiendo su camino —el de La Roca— se encontraba en la final con un luchador que impresiona por su potencia y ganas: Lixer Campos, de Cistierna también, que se había desecho en la semifinal de Diego Arce. Los aficionados se fijaban cuando apretaban ambos en cómo sus brazos se hacían de acero, ¡que potencia en cuatro brazos! y dos tipos de mucha raza. Ganó Lixer y, como es costumbre, se va rápido con pasos cortos.

Y se fue Lixer a la final con pasos cortos y brazos fuertes. Asustó a La Roca dándole la primera entera en pocos segundos —«¡ostia!», dijeron varios— pero Moisés puso orden y respondió con dos enteras que permiten a La Roca seguir inamovible frente a las marejadas.

‘Semis’ ya es el carrusel y Moro se apunta a entrar en la historia


Varios aficionados cuando salen a la presentación los 11 de semipesados.Y el bombo pronto empezó a darle carne a la incertidumbre y los combates de poder a poder. Y en cuartos llega ese Rodri-Tomasuco que hay que verlo, siempre. Se adelantó el de Cistierna atacando rápido y quiso dar otro golpe de gracia nada más agarrarse, pero Tomasuco ya esperaba y le dio la vuelta a una caída que algunos ya cantaban.

Y después remató el de La Vecilla, que el sábado seabstuvo de celebrar la fiesta de su pueblo, Pero aún quedaba camino, tanto que en la semifinal le esperaba Rubo, la otra esperanza rubia de la categoría. De nuevo de poder a poder y el remate llega... curiosamente a la gocha, para el de Valdorria. Y, como es costumbre, esta maña deja mancaduras, ayer fue en las costillas de Tomás.

Tampoco Rubo lo tenía todo hecho, ya que por el otro carril esperaba en la final un Liquete que llevó su primera alegría del año, después de sufrir en semifinales con Albertuco. Y se adelantó Liquete a la contra, pero el rubio Rubo siguió su camino, sacó su raza, movió sus fichas y remontó con tres caídas que le dieron un corro que casi le arranca una sonrisa. Casi.

Cuando Roberto Andrés Moro, más cerca de los 50 que de los 40, dijo en la Liga de Invierno que volvía a probarse muchos creyeron que era «una prueba», con gaseosa. Pero sigue ahí y se ríe al biés cuando le preguntan si es verdad que quiere el récord del luchador más veterano en ganar un corro.

Y hace bien en sonreír porque estuvo a punto, se metió en la final. Unas veces le daba consejos a su hijo y otras daba lecciones en la hierba de cómo se aprovechan las condiciones de cada cual, amagado a la espera, «retortijón y al cesto», decían en la grada de manera gráfica.

Y así hasta la final. Allí estaba Cristian que, la verdad, impresiona. El chaval de Boñar llega con el tiempo justo pues es socorrista y sabe que tiene que aprovechar los corros pues a alguno no podrá acudir.

Se metió de manera solvente en la final pero, ¿cómo reaccionaría ante un viejo zorro como el de Riaño? En la grada planeó el susto, para Cristian, pues El Morín le enganchó dos veces a la contra y se puso con caída y media. «¡Cuidado, que a perro viejo no hay cus cus!», le recomiendan desde su esquina. El chaval de Boñar se la juega, va a por él y después de unas décimas de segundo en las que parecía que todo es posible... corro para el de Boñar, que es más líder.

Susto en la semifinal, con Bulnes, que se golpeó en la cabeza.
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