Corro de Villanueva del Condado: 'La magia de los platillos volantes'

'El Rubio' y 'El Junco' se mantienen invictos mientras 'Tomasuco' aprovecha la ausencia de Moisés e Ibán suma un nuevo corro

Fulgencio Fernández
26/07/2015
 Actualizado a 01/09/2019
Javier Oblanca volvió a realizar otra gran tarde pero no pudo en la final con un Ibán Sánchez que se había mostrado dubitativo en combates anteriores. | MAURICIO PEÑA
Javier Oblanca volvió a realizar otra gran tarde pero no pudo en la final con un Ibán Sánchez que se había mostrado dubitativo en combates anteriores. | MAURICIO PEÑA
Titula Andrés Trapiello uno de sus dietarios ‘Viajeros y estables’, en referencia a las categorías que existen entre los clientes de las viejas fondas. La lucha leonesa también tiene viajeros y estables, los dos le dan aliciente a esta competición aunque los viajeros no pueden optar al título al aparecer unas veces sí y otras no, algunos cuando les parece y otros cuando pueden. Algunos les llaman a los que aparecen de vez en cuando “los platillos volantes”, porque tienen la magia de la irrupción, de la aparición inesperada y siempre esperada por el aficionado. Son de la raza de El Desconocido de Redipollos y sus alumnosCundo el de Lillo, Quintín el de Acebedo, Felipe Suárez el de Campohermoso…
El más claro ejemplo de los de esa raza entre los actuales sería Fernando Martínez, Fernandito el de Campohermoso, un viajero que dice que este año se quiere convertir en estable y, de momento, está cumpliendo, no sólo acudiendo sino enganchando a la gente con su lucha. Ha ganado los 4 corros que ha disputado.

Y además ayer —que volvían a faltar los hermanos Sánchez de Alija y Rodri—los aficionados querían verlo con otro de esos viajeros imprevisibles, Víctor Manuel Morala, que además de viajero es maquinista... de la Renfe. Hacía ayer su irrupción y aparición, para semipesados. Ypronto, en cuartos, le tocó medirse a Fernandito. «Anota, que hay tema», avisa Clemente. Yse agarran. El Rubio, como acostumbra, fue a por él pero Morala tensó los brazos como hace él, que parecen el hierro de la vía, aguantó y le dio media al de Campohermoso, que se rascaba la cabeza como pensando qué pasó. Pero reaccionó «a su manera» y con dos cadriladas al cielo, para que parezcan platillos volantes, solucionó el problema.

Morala, como siempre, tenía una sentencia para explicar la caída:«Noches de desenfreno, mañanas de Ibuprofeno».

Al Rubio ya solo le quedaba un escollo, el habitual, Sansón Cabero, que este año está mejor y se encuentra mejor. Hubo final. Se tantearon medio combate y Sansón no aguantó más, se fue a por él, le sacó a su manera, a cámara lenta y a puro guevo y, como tantas veces,al posarlo El Rubio lo enroscó.

Sigue invicto el de Campohermoso y siguen disfrutando los aficionados con este viajero que quiere ser estable y tener la magia de los platillos volantes.

Ibán altrán trán, pero van

Ligeros tiene dos estables de larga trayectoria, Javi Oblanca e Ibán El Guerrerín. Ahí permanecen, por méritos propios, esperando viajeros con ganas de dar guerra. Ayer mientras la Quinta del Botellón (Filín, Guiller...) no hizo nada destacable apareció uno de esos viajeros que al público le encanta, por la raza y por la lucha: Víctor Oblanca, aquel chavalín al que antes le faltaba peso y ahora le sobran ausencias. Se hizo notar, se metió en semifinales y le plantó cara al líder, Ibán. Empataron a cero en el combate, se fueron a la caída de oro y cuando Víctor quiso pegar el golpe de la sorpresa se le resbaló la mano y se soltó.«No vas a venir un día y preparar un lío», bromeaba, como siempre.

Javi no pudo rematar la buena tarde de los Oblanca que había iniciado su hermano pequeño, Víctor  El otro estable es Javi Oblanca, ayer parecía tener un día de esos de ser Don Javier, el Señor Oblanca. Ganó a Mario del Blanco, que acabó lesionado, y después con su hermano Dani del Blanco, el profe, tuvo uno de esos combates que parecenun catálogo para que lo vean los niños: Le sacó a vueltas, quiso trancar y se le escapó, encadenó una cadrilada... hasta que le dio una entera. An- tes de volver a agarrarse Dani, un tipo excepcional, hablaba con los árbitros, parecía decirles:«díganle a este señor que se modere».

Ibán, por su parte, había ido un poco al trán trán. Teje le dio dos medias, con Víctor Oblanca tuvo que ir a la caída de oro... pero es El Guerrerín.

Se temían en la final y llegaron empatados, se fueron a la caída de oro, dos viejos zorros, todo es posible, y cuando parecía que le dejaban a los árbitros el marrón Ibán logró media. Al trán trán..

‘Tomasuco’ no deja pasar trenes


Medios tenía la noticia ya en la presentación, no estaba Moisés, el líder, que tenía una boda.

Sin él, «sin Padre en casa» que diría Mariano El Guerrero, las miradas estaban puestas en Víctor Llamazares y, sobre todo, en El Niño Tomasín, de La Vecilla. También algo en Rubo.

Llamazares cogió pronto el tren de vuelta, le dio el billete Rubén Fierro, Rubo, lo que hizo pensar en la posibilidad de una tarde del de Valdorria del tipo de la del año pasado en Boñar.

La ausencia de Moisés en medios fue aprovechada por Tomasuco, que derrotó en la final a su amigo Rubo Y se encontraron en una final que no pudo evitar un Novoa que anda fuera de forma ni un Saúl tan imprevisible como su hermano Gasi los dos amigos:Tomasín y Rubo, La Vecilla y Valdorria. Tomó la iniciativa el juvenil de La Vecilla pero Fierro le volvió con fuerza un ataque y anotó la primera media de la tarde. Pero el nieto de Uco, Tomasuco, volvió a demostrar que no sabe lo que es el miedo y se fue a por él. Y lo logró, con una segunda caída que es una de esas cadriladas a los cables, de las que lanzan los platillos volantes.

‘El Junco’, tíos a los cables


Sólo quedaba pesados, la categoría en la que ya no marchan los aficionados, ayer tampoco, porque está allí Clemente Fuertes, El Junco, el único que además de imbatido ha ganado todos los corros de esta Liga.

Espectacular final de pesados donde Clemente fue capaz de sacar uno de aquellos voleos de medios Después del show de El Tigre y su bronca con Bulnes llegó el turno de la lucha, de la mano de El Junco, que tuvo su combate más complicado en la previa con Bahillo, donde tuvo que ir a una decisión arbitral que se veía. Ganó después a un Joel que hizo ayer cosas muy bonitas y se fue a la final con Caberín, que está con ganas. Y en la primera caída pasó:Clemente sacó uno de esos sobaquillos de medios o semis, que parecen impensables en pesados. Abel miró para los suyos e hizo un gesto como diciendo:«¿Qué se hace con esto?».

Nada, aplaudir.
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