Corro de Villanueva: ‘Busi’ dice que llegó y Víctor que no se había marchado

Ligeros y medios vio la primera victoria del año de Guiller González ‘Busi’ y de Víctor el de Valderrueda

Fulgencio Fernández
24/07/2017
 Actualizado a 17/09/2019
Guiller González ‘Busi’ ganó su primer corro este año a Iván el de Cerulleda y vuelve a ser líder de ligeros. | MAURICIO PEÑA
Guiller González ‘Busi’ ganó su primer corro este año a Iván el de Cerulleda y vuelve a ser líder de ligeros. | MAURICIO PEÑA
«Admiróse un portugués / de ver que en su tierna infancia / todos los niños en Francia/ supiesen hablar francés».Lo recita el paisano de al lado, de lza Sobarriba y de la vieja escuela, tanto que aún recuerda el poema de ¿Moratín? que a todos nos inyectaron junto a los reyes godos y el ‘Con 10 cañones por banda..»...’.

Lo curioso eses que no le ocurrió que el calor le hiciera delirar, es que allí al lado andaban un grupo de chavales franceses que sabían hablar francés. Era un grupo de luchadores bretones que tuvieron el privilegio de poder amarrarse al cinto en el corro de ayer, con aplausos pero con pocos resultados pues esta lucha no se parece a su gouren. Por eso el paisano remató el poema: «Arte diabólica es, / dijo, torciendo el mostacho,/ que para hablar en gabacho / un fidalgo en Portugal / llega a viejo, y lo habla mal; / y aquí lo parla un muchacho».

- ¿Qué lío traes hoy?; le increpan.

- Pues que estos el gouren lo pronuncian bien pero el aluche lo conjugan aquí.

Cierto todo, como que le dieron color a la tarde pero el aluche lo conjugaron los de aquí. El primero fue Alejandro El Halconero, que cazó a las primeras de cambio una pieza codiciada, Ibán Sánchez, El Guerrerín, que volvía. No se lo creía ni él. «Me habrá sentado bien la fiesta de Vegas, que anduve a Benjamines de champán y parece que tienenbuena digestión». Pero no le duró y cayó ante el otro Iván, elde Cerulleda, que estaba en tarde de gracia, hasta meterse en la final.

Allí le esperaba Busi el de Valverde, que no se que bebería pero subió a buscar inspiración alas tierras altas del Torío y la sumó a la raza del Curueño para ganar su primer corro del año. Esta vez sí le supo luchar a Javi Oblanca poniendo toda la carne en el asador, llevándolo haciendo valer su empuje y remató en la final incluso con arte, como si pensara que lo peor ya había pasado.

Así le llegó el primer corro del año, el segundo de su carrera, el liderato, una mirada a su madre siempre discreta y cercana en la grada y, quiero pensar, un recuerdo para su abuela, la madre de 10, tan digna de admiración.

Busi llegó, parece decir.

Y medios deparó a otro que ganó su primer corro del año, Víctor Llamazares. En su caso no se puede decir que llegó, más bien que no se ha ido, pues todos saben que el que fuera campeón de ligeros tiene mucha más lucha que resultados. Sin Moisés todos miraban para él y Rubo el de Valdorria, y éste las pasó canutas con un Adri que le dio caída y media, aunque remató la remontada con una preciosa dedilla.

Así las cosas y con otra buena tarde del Balilla, que le dio guerra a Víctor en semifinales, se vieron en la final los dos favoritos: Víctor y Rubo.

Se frotaban las manos los aficionados, buen combate, pero Víctor casi no les dejó acabar de frotarse. Despachó la final en un «una por aquí y otra por allí», recordó a aquel campeón de ligeros, el que ha vuelto o, mejor, el que tal vez nunca se haya ido.


‘Tomasuco’ llegó al trabajo antes de tiempo


En el Condado si erscuchas las conversaciones siempre saldrá el nombre de El Chopo, pocos tipos calaron tan hondo en la afición, recordando su bondad y aquellos años que dominó en los que se hacían apuestas a ver cuántos segundos le duraban.

Tomsuco, que lleva gen de lucha, parecía querer honrar al de Vegas y aunque llegó exoplicando que tenía prisa por llegar a trabajar después honró la velocidad de José Luis Ferreras, especialmente en los combates difíciles. Se encontró en cuartos con el otro aspirante más claro, Rodri, y cuando la megafonía aún explicaba quién era cada uno, el color de su camiseta, La Perla de Cistierna ya estaba en el suelo. Iban cinco segundos. Se agarraron, Rodri parecía pensar en la anterior caída, la mesa daba los pesos, y Tomasuco ya tenía otra vez a su rival mirando al cielo. Pasaron otrtos cuatro segundos.

- Guaje, vas a llegar antes de tiempo de trabajar.

En la final le esperaba Cristian. Podía ser su día, ya habían ganado dos que se estrenaban en esta Liga y se había mostrado fuerte ante un Alvarado que tiró a Sansón. Los aficionados siempre se preguntan «¿qué le falta a este chaval de Boñar? Bueno sí es».

Ahí estaba su oportunidad, ya en la final, pero Tomás el de Uco seguía con prisa y repitió el combate de Rodri. Una, otra... y se acabó.

- Guaje, vas a llegar antes de tiempo de trabajar.(Y llegó)

‘Caberín’ empieza a no ser noticia; Omar Liquete sí


No se movió nadie de las gradas en pesados, la tarde invitaba a estar allí, se habían visto combates con gancho...

«Aquí Caberín, claro», avanzan los agoreros mientras se produce la presentación. «Me jodo yo en el adivino», les responden al cogote.

Parecía muy claro, Caberín va camino de sufrir la maldición de los dominadores, que sólo va a ser noticia cuando pierda que, vaya por delante, no fue precisamente ayer.

¿Quién lo podía evitar? No lo hizo Aitor en cuartos y los aficionados miraban para ese Víctor J. que de vez en cuando se marca una tarde importante, sacando rendimiento a esos 123 kilos que le dan superioridad, o ventaja. Pero depende de muchos factores más en «el pescador», al que se le dieron mucho mejor las lubinas en Asturias que Caberín en el Condado. Al que sólo le pudo arrancar media caída.

Quien le esperaba en la final era un Omar Liquete que siempre da la cara y tiene cosas de luchador antiguo. Empezó con el juvenil Corral y le explicaba que tiene que seguir y no desanimarse; después dio buena cuenta de Álvaro Quiñones y, sobre todo, en la final no salió a entregar la piel al cazador, todo lo contrario. Buscó resultados de todas las formas y no los encontró de ninguna, hasta la extenuación y el comentario del hombre del poema: «Bien chaval, el intento no está penado».

No es un triunfo pero sí es noticia.
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