Corro de Vegaquemada: 'El Patriarca, Hilarino y la tartera'

Tarde de polémicas con victorias de Víctor, Lixer Campos, Rodri ‘La Perla’ y tercer corro consecutivo del sorprendente Cristian

Fulgencio Fernández
12/08/2018
 Actualizado a 11/09/2019
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Pasó la lucha por Vegaquemada, a la sombra de la iglesia que inauguraron «los de Coronita» con un corro, en el único pueblo donde acudió la madre de Felipe León a ver un corro y el único día que Ubaldo se agarró a su hermano Felipe «para que nos viera madre» y en el pueblo donde ayer, a unos pocos metros del corro estaba el patriarca vivo de la lucha leonesa, Antonio Alvarado, excelente luchador de Remolina, 106 años y cuentan que no se quiso acercar porque todavía se pone nervioso viendo la lucha... Y no le faltaban motivos para ello pues ayer saltaron a la cuidada hierba del corro tres chavales muy jóvenes que llevan el apellido Alvarado, de los que habrá que hablar muchos días pues si tienen la raza de ese patriarca que miraba desde las sombras de la residencia de ancianos.

Viene a cuento lo anterior de que en esta lucha que es leonesa no es cosa menor (que decía el anterior presidente... del Gobierno) los asuntos de la sangre, los apellidos y esas cosas.

Así en lo que podía ser la noticia de la tarde, una nueva victoria de Cristian el de Boñar ¡en pesados! tiene mucho que ver la pasión que le supo inculcar un viejo minero de Grandoso, su abuelo Hilarino, un gran paisano y mejor aficionado. De esa otra mirada desde las sombras se alimentó el chaval que saltó este año de semipesados, hace tres corros, y los ganó los tres.

Ayer había regresado de sus vacaciones Roberto Gutiérrez, Guti el de Prioro, y seguía Liquete con su filosofía de suma y sigue paras estar en el liderato. El bombo jugó sus cartas y los enfrentó a las primeras de cambio, pasó el del Ferral en el minuto de oro pero en cuartos le esperaba un Cristian que cortó su camino y encaminaba el suyo hacia una nueva victoria... Aunque se lo puso más difícil de lo que esperaba un Tigre Acosta que había dado espectáculo con David. Empataron a cero y pasó el chaval de Hilarino por una pasividad del de Santo Domingo, que no se enteró de la norma que le eliminaba. Hay que andar listo. Fundamental en la lucha.

Y en la final le esperaba un tipo grande y noble, que añade el exotismo de ser de Villamuñío. Lo intentó, empató a una caída... pero fue muy inocente en la definitiva. Para alegría del nieto de Hilarino... y de Hilarino aún más.

- ¿Bajarás a semipesados?
- ¿A qué? No parece.

Y es habitual por estas alturas de la temporada que, en el argot, «se caliente la tartera». Ayer estuvo a punto. En medios. En una final que a los árbitros se les fue de la mano, entre dos luchadores de Cistierna: El líder Moisés Vega y el potente Lixer Campos, impresionante de fuerza. Hubo de todo. Dos caídas que Moisés protesta sin salirse de tono pero los aficionados se calientan y una última que colmó el vaso. Parecía media de libro pero pitaron entera, Ángel Pérez en este caso. Victoria para Lixer.

Nuevas protestas. Sale la sangre y Samuel, primo de Moisés, protesta al arbitro, un espectador con paraguas sale al centro y se mueve como Pedro por su casa, hasta el punto que se creció, después fue a la mesa, otra vez al corro... Y entonces surgió el mejor Moisés, pidió a Samu que no protestara, dijo que no pasaba nada y se fundió en unos segundos en un abrazo con Lixer para reconocerle la victoria. Grande Moisés.

Por cierto, lo anterior no le quiere quitar méritos a Lixer, todo lo contrario, está impresionante, es uno de los grandes animadores de medios... Bien merece la alegría de la victoria de ayer y que sea semilla de nuevas tardes importantes.

Se anima semipesados

Le decía Pedro Llamas en La Vecilla a Tomasuco, por más que éste lo negara, «no estás bien, céntrate». Ayer pareció darle la razón ‘al profesor’, bien es cierto que se midió a las primeras de cambio con La Perla de Cistierna en su mejor versión «y no le hizo ni sombra», decía un aficionado.

Tal vez se sume todo y a eso que decía el padre de Tomás, «es más chulo que un cortapichas y no entrena», se suma que ayer sí era Rodri ‘La Perla’. A Tomás le dio dos enteras en segundos, a su alumno Pedro Alvarado le dio un rodillín que servía para caída y clase de lucha, y tampoco dejó a Sansón armar su hidráulico en la final.

Parecía el día de Sansón. Sacó varias cadriladas de las suyas, a puro güevo, imparabales... Pero La Perla no le dejó armar, con esa facilidad que hace las cosas cuando Sansón armaba la cadrilada notaba que se le habían trabado... Bueno es que semipesados abra nuevos horizontes, aunque se decía ayer que no es buena cosa tener que agarrarse hoy en Taranilla con Tomasuco, que tiene cara de niño pero se enfada como un paisano.

Hoy vamos a saltos porque para la sombra del Patriarca nada mejor que cerrar con la categoría de Javi Oblanca, ligeros, el patriarca en activo.

Lo tuvo a punto. La Cátedra Ambulante casi consuma la gesta. Dejó a Teje en el camino, a Albertín y llegó hasta la final con el inevitable: Víctor Llamazares... Y lo tuvo con caída y media, al borde del abismo, Víctor se mesaba los cabellos, Javi miraba y pensaba cómo arrancar la media que faltaba... pero no fue posible. El Hombre Tranquilo tiró de repertorio, de habilidad, de rapidez y levantaron al público. En las sombras cercanas el otro Patriarca debía pensar: «Lo dejé en buenas manos».
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