Corro de Taranilla: 'Los líderes no entornan en Taranilla'

Victoria de los 4 líderes en un corro marcado por los recuerdos al fallecido Tasio, el padre de la frase 'el que carretea entorna'

Fulgencio Fernández
09/08/2021
 Actualizado a 09/08/2021
Víctor Llamazares salió a luchar con la histórica camiseta con la que solía competir Anastasio Prieto,  con su nombre a la espalda... Y no entornó Víctor. | SAÚL ARÉN
Víctor Llamazares salió a luchar con la histórica camiseta con la que solía competir Anastasio Prieto, con su nombre a la espalda... Y no entornó Víctor. | SAÚL ARÉN
Olía a Tasio en Taranilla. No podía ser de otra manera, pocas ausencias duelen más, por tantas cosas. Su nombre ya congregó a mucha gente. A Javi Oblanca que ya había anunciado que no faltaría; y a históricos de su época que hacía mucho que no pisaban un corro, gente como Ernesto El Viejo Profesor de Argovejo, AgustínEscanciano y sus hermanos El Che y Chencho; Mariano El Guerreroy su sobrino Ibán El Guerrerín. Todos sacaban del baúl recuerdos de Tasio, y una sonrisa que trataba de mitigar las lágrimas de un emocionado Pedro Luis, el hermano de Tasio, que volvió a comprobar cuánto se quería a El Gato. Todos salieron al centro del corro para mirar al cielo y enviar allí los aplausos de una grada emocionada.

Y en el corro otra nota emotiva. El líder de ligeros, Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo de Valderrueda, que lucía una de las históricas camisetas de Tasio, con su nombre en la espalda. Cuando Javi Oblanca se sienta a su lado, para disputar la semifinal, ve el nombre en su espalda y le comenta: «Esa camiseta ya me impone». Recordaba Javi que nada más llegar a Taranilla y ver la pradera se acordaba cómo hacía bastantes años «estaba en aquel alto con Saturnino planeando cómo tirar a Tasio, que no era fácil».

Y tampoco parece fácil tirar a quien ayer llevaba su camiseta, Víctor Llamazares, que sumó el tercer corro de los tres disputados con la aparente facilidad que lo hace este año. Ayer tan solo recibió media caída, de Javi Alvarado, una media muy de los Alvarado.

Vimos, además, combates cargados de simbología. Entre Fer y David Riaño, como si se disputaran ‘la sucesión’, o entre David Riaño y Javi Oblanca, en la lucha de generaciones. Fer sigue creciendo, David Riaño ilusionando y Javi Oblanca sigue siendo una cátedra ambulante.

Bien parecía ayer que los líderes querían rendir también su homenaje a El Gato de Taranilla, recordado por sus mañas y su saber estar en el corro pero también por esas frases suyas que se convertían en filosofía de lucha. Tal vez la más famosa es aquella que acuñó para cuando se perdía: «Ya lo decía mi padre, Tasio, el que carretea... entorna». Cierto, siempre se puede entornar, pero no parecían dispuestos a ello los que son líderes de los cuatro pesos: el ya citado Víctor Llamazares, que no entornó; y Moisés Vega, La Roca de Cistierna en medios;Tomasuco González, de La Vecilla, en semipesados y Pedro Alvarado, de Cistierna en pesados.

Después de Víctor... La Roca tampocoentornó.

Siempre se dice lo de «no te arriendo las ganancias» cuando te toca medirte a Moisés Vega después de que pierda un corro. Pues ni te cuento después de perder dos, que era como llegaba ayer a Taranilla. Serio, como casi siempre, y contundente, como siempre. Y se fue con él a la final otro que tal baila... Diego Arce. Impresiona verlo, su potencia, los músculos de tantos gimnasios y deporte, de la lucha a la lucha de brazos. Le pone al de moscas el olor a linimento.

Se esperaba una final más dura, pero Moisés hizo bueno el dicho. No era día para bromas y Moisés permitió las justas, no le dio opción al de Moscas del Páramo. Tan solo recibió una caída de un ‘chaval’ (no tanto, pero de cercana irrupción) de un pueblo ‘extraño’ para la lucha, Velilla de la Reina, aunque también con raíces en La Sobarriba, con cuyo club entrena... y se nota. Volvió a meterse entre los cuatro primeros, fue tercero al derrotar a Javi Alvarado, con una lucha muy de esa casa. Y Adri no estaba.

Pero el sello de la casa, una potencia tremenda y valentía para regalar tiene Pedro Alvarado, el líder de pesados, aunque no se lo acaba de creer (viene de semipesados) e insiste: «No me hables del liderato, poco a poco, a vivir el día a día». Se volvió a ver en la final con ese Víctor J. Hernández que ha luchado todas las finales... y las ha perdido. Ayer nuevamente. Sigue llegando ‘rendido’ a las finales y él solo entrega la cuchara. Ayer se adelantó a pero el de Cistierna remontó con valentía... y lucha. Ojo a Pedro, que viene avisando hace tiempo, siempre se esperó mucho de él... ¿este año? De momento, no entornó.

La cruz fue para Jesús Quiñones, que se lesionó y así le permitió celebrar su 48 cumpleaños a El Tigre con una tercera plaza que no necesitó disputar.

Suele decir el académico leonés Luis Mateo Diez cuando merece la pena un viaje que «paga el tiro». Da la impresión en estos primeros compases de Liga que en semipesados cualquier corro «paga el tiro»; que cualquier combate entre Tomasuco y La Perla puede dejar imágenes para el recuerdo, que sumarán nuevas sensaciones tipo como Rubo, capaz de todo; Bulnes, capaz de complicarlela vida a cualquiera...

Ayer fue uno de esos días que «paga el tiro». Nada más ver el voleo con cruce que le dio Tomasuco para recibir a Liquete lo supimos. Cuando vimos el Rubo que ganó a Bulnes en semifinales supimos que podía pasar algo...

La otra semifinal era la esperada. El combate que queríamos ver: Rodri-Tomás; La Perla con el nieto de Uco, todo es posible.

Nada más arrancar Rodri se muestra en Perla, con una media vuelta de libro. Podía ser un día de esos que se muestra intratable y tal vez él lo creyó y se fue a por un Tomasuco, que es mucho Uco, que se revolvió como los grandes, como lo que es, y él también hizo honor a lo que le dicen: «Llegó el comandante y mandó...».

Nada pudo hacer en la final Rubo. El líder de semipesados había decidido que en Taranilla «no entorna».
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