Corro de San Froilán: 'Tres canónigos y un tango'

Los campeones de los tres primeros pesos refrendaron el título en la Catedral y Cristian sumó otro corro ante su paisano Álvaro

Fulgencio Fernández
06/10/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Víctor Llamazares luchó una nueva final con Javi Oblanca y le quiso dedicar la victoria al fallecido Zósimo y al chaval Davil Melón, que perdió a su padre . | SAÚL ARÉN
Víctor Llamazares luchó una nueva final con Javi Oblanca y le quiso dedicar la victoria al fallecido Zósimo y al chaval Davil Melón, que perdió a su padre . | SAÚL ARÉN
A la sombra de la Catedral... tres canónigos, qué menos para el lugar. Y así la victoria en los tres primeros pesos fue para los líderes, los campeones, los dominadores... los canónigos: Víctor Llamazares, El Hombre Tranquilo de Valderrueda; Moisés Vega, La Roca de Cistierna y Tomás González, Tomasuco de La Vecilla. Ganaron como han hecho la liga, dominadores y sin dejar que nadie les tosiera. Parece que el escaparate de la céntrica plaza les motivó y entre los tres creo que recibieron media caída en toda la tarde, Víctor en la final con la Cátedra Ambulante, Javi Oblanca.

Así empezó la cosa. Bueno no empezó así porque antes comprobaron los aficionados que había pocas gradas y sillas en la plaza, qué pena en el corro de la capital, que encima les costaba la mitad que a los demás.
La otra noticia triste era que supimos que unas horas antes había fallecido un histórico, Zósimo el de Maraña, al que llamaban «la cadrilada eléctrica», no es difícil saber por qué y del que hablaban maravillas en la grada Cayo, Felipe y Frumencio, como siempre juntos pese a que, como se escuchaba en la grada, «mira que se dieron estos tres». Es que eso es la lucha, que no lo olviden los que no saben que hay dos mundos, el corro y la romería.

Como era luchador hasta su muerte Zósimo, emigrante en Uruguay, indiano, cuya primera conversación siempre era la lucha y hasta patrocinó algún corro. La luchadora Riosol lamentaba el adiós de quien tanta conversación le dio allí en el pueblo. Y Víctor Llamazares, que lleva en su móvil una foto con Zósimo, lo tenía claro:«Le dedico el corro a Zósimo, cómo no, y también al chaval David Melón, que perdió a su padre hace unos días, muy joven. Ánimo chaval».

Pues eso, que mereció la pena la victoria de Víctor, por su lucha y por su gesto, aunque ya produce desesperación en sus rivales. Una tía de Busi se preguntaba:«Que no le pase nada, pero que lo tengan un tiempo sin luchar, por abusón como decían en la escuela».

El ‘abusón’ de medios es Moisés Vega, La Roca de Cistierna. Y también habrá madres que pidan que lo aparten por unos días... Sigue intratable y nada pudo hacer en la final su primo Samuel,que venía de una semifinal «a cara de perro»con El Míster. Estuvieron a caída y media y, explica Santi, «abrí la tómbola, era día de regalos».
Igual iba Santi «algo asustado» pues venía de luchar con el chaval de Puente Almuhey, José Luis, y en una mediana cayó mal y se produjo una lesión de esas que congelan la respiración. Salió en la ambulancia en medio de un aplauso muy sincero, lo merece el chaval, y el médico, a falta de confirmacióncon las pruebas médicas, temía que fuera «fractura de mandíbula, incluso doble». Las noticias fueron peores, el chaval estaba ayer camino de Valladolid para ser operado... con una fractura triple. Ufff.

Después de ese duro momento le tocaba levantar los ánimos a Tomasuco, el abusón —no es peyorativo, reminiscencias escolares—de semipesados. Y se mostró nuevamente en el chaval que ha soltado las amarras de amarrar. Tuvo una batalla campal con Lixer pero la sacó adelante con calidad, no respetó la edad con su hermano Albertuco y tampoco le dio ninguna opción en la final a un Pedro Alvarado tan valiente y a pecho descubierto como siempre. Es de agradecer pero ir a pecho descubierto con gente como Tomasuco...

El carrusel de pesados


Que pesados sigue siendo un carrusel ya es sabido. Y ayer se confirmó nada más empezar pues en uno de los primeros combates un espectacular Bulnes mandó de regreso para El Ferral al ya campeón, Omar Liquete. Y, además, la cadrilada con la que certificó el combate con una cadrilada de premio a la mejor caída, que ayer no había (las perras, ya se sabe).

Sin canónigo en pesados y con ambiente de broma en la grada por la falta de luz —«en vez de luchar que bailen un tango, a media luz»—, hasta que se encendieron nuevos focos.

¿Yahora? Cristian y Chus El Nuevo Quiñones se jugaban la segunda plaza, apareció Alvarito el Judoka, Víctor J. quería dedicarle un corro al chaval, que sí estaba... Mucha madera.

Bulnes cayó ante Cristian, después de una batalla a cara de perro. Ya cara de perro fue el Cristian-Víctor J., que acabó en empate a caída y media, pasó el de Boñar y VJquedó para el arrastre. No luchó la tercera plaza.

Allí esperaba Alvarito el judoka, que ganó a los hermanos Quiñones, con mosqueo de Álvaro por un gesto que consideraba feo.

Avuela pluma, sin datos a mano, hace muchos años que no hay una final entre dos luchadores de Boñar. Alvarito cumplió debutando en esta Liga en una final y Cristian endulza el mal sabor de boca de una liga que se le escapó cuando más cerca estaba. Ite missa est.
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