Corro de Sahechores: El Kamikaze sienta la cabeza y remata su "nasido pa ganar"

La victoria de los cuatro líderes hace un nuevo campeón, Alvarado, y solo el gran Tomasuco falta por rubricar el título de Liga

Fulgencio Fernández
19/09/2022
 Actualizado a 20/09/2022
El juvenil Jorge Rodríguez sigue apuntando excelentes maneras y ya le planta cara a los más fuertes de la categoría de pesados, como Unai. | JESÚS F. SALVADORES
El juvenil Jorge Rodríguez sigue apuntando excelentes maneras y ya le planta cara a los más fuertes de la categoría de pesados, como Unai. | JESÚS F. SALVADORES
La cadrilada y el garabito con los que Pedro Alvarado, El Kamikaze de Cistierna, sentenció la final de pesados en Sahechores ante el gran Caberín —y, de paso, suma su segunda Liga consecutiva— son un excelente remate de la tarde y de la liga y a su vez el más claro ejemplo de la progresión de un chaval que era un "nasido pa ganar", que diría el creador de Batman.

Pedro, que luce un Alvarado de larga historia en la lucha, venía avisando desde niño, en base era un torbellino al que nadie ponía trabas, su potencia no era normal... y esa superioridad le jugó alguna mala pasada al saltar a senior cuando creyó que todo seguía igual y salía a cara de perro con cualquiera, para desesperación de sus mentores —Héctor de Castro, Rodri, Moisés...— que se rendían: "Si dice que mete la cabeza por la pared la mete, pase lo que pase". Y él, allí al lado, sonreía ingenuo con esa cara de niño travieso, que lo es, las dos cosas. Pese a ello sumó la liga del año pasado y se hizo una promesa: "Voy a intentar hacerles caso", que no es mucho pero era un paso.

Y lo hizo. El luchador de este domingo no era el de La Virgen, aprendió la lección de la final que perdió. El luchador de esta Liga no es el de la pasada, supo que no era imprescindible meter la cabeza por la pared. Y se lleva una Liga en la que le tiene que agradecer a Víctor J. y Unai, sobre todo, que hayan estado ahí, que le hayan plantado cara, que los aficionados no se pudieran ir a casa. Y a Jorge el de Villacorta que se asome en el horizonte, que siembre nuevas esperanzas que ayer regó, otra vez más, tirando en la previa a Víctor J. o dándole a Unai en la lucha por la tercera plaza una cadrilada de las que riegan el futuro.

Y a Unai hay que agradecerle todo. La lucha, la valentía de medirse con quien le saca arrobas, la generosidad de los esfuerzos y ese carácter abierto que tanto engancha a los aficionados, a los que no roba ningún comentario, ya sea de lucha o si no se encuentra fuerte porque la noche fue larga. Unai lleva los genes de esos luchadores por los que siempre se pregunta, más allá de los resultados. Ayer primero se le olvidó quitar los calcetines, después poner las zapatillas, en medio fue quien avisó y hasta felicitó porque Pedro era campeón. El tercero de cuatro, David y Adri ya lo eran.

Pedro I. Nasido pa ganar ya tiene la segunda Liga en casa.

Solo falta Tomasuco


Curiosamente el único que todavía no es campeón es aquel que nadie duda que está siendo la sensación del momento, el más fuerte y mejor luchador: Tomás González, Tomasuco el de La Vecilla, que además tiene metido entre ceja y ceja mirar al cielo a final de temporada y decirle al abuelo Uco que "ahí queda eso. Tantas victorias como corros".

Escribía que "curiosamente", no es exacto, ocurre que una lesión le apartó de la lucha en el momento que más corros se estaban disputando. Llegó a perder el liderato pero ya está a las puertas de la Liga. Le saca 27 puntos a Rubo y solo quedan 30 en juego. Blanco y en botella... este lunes lo puede firmar en la Romería de las Manzanedas.

¿Y después? ¿Buscará una victoria en pesados como ha hecho otras veces? ¿Querrá completar el invicto en todos los corros que luchó? ¿Lo tiene claro él? De momento, este domingo dejó en la retina de los aficionados voleos, cruces, cadriladas... y no le dio tiempo a más porque, una vez más, solo eransiete luchadores en semipesados.

Y si es duro decir que sólo eran siete en semipesados, ¿qué se puede decir de cuatro en medios? Es más larga la lista de las ausencias que de las presencias: Moisés La Roca, Samuel, Adrián Fierro, El Balilla o Guiller el de Valdeón están en la casilla del debe, en la del haber estaban este domingo Adri Rodríguez, Carlos el de Velilla, Chelín y un Ares que subió de ligeros. Cuatro en total que van de la presentación al podio de los elegidos.

Una vez más Adri estuvo intratable, sacó a vueltas, trancó, dio cadrilada y nada más pues no hubo tiempo ni combates. El trago más especial fue remontar la preciosa entera que le dio Chelín, a quien no dio después opción en la reanudación.

Así, nuevamente Carlos el de Velilla fue finalista. Lo merece este chaval que aparcó el fútbol para luchar, que progresa adecuadamente como hizo de estudiante, buen deportista y buena gente, una de las caras positivas de la precaria situación.

Ligeros tiene la misión de animar al respetable porque una presencia de 13 luchadores da juego, aunque el juvenil David cada día deja menos resquicios a la sorpresa.
Así las cosas la noticia tiene que estar en los demás. Tristemente Jorge, la opción más clara de plantarle cara, se lesionó y se metió en la final otro chaval que merece la alegría, Fran, El último Pelayo, que estuvo serio y fuerte ante Fer y así llevarse una alegría compartida con las buenas gentes de Liegos, aquellos restos del Club San Pelayo que tantos chavales sacó y de los que Fran es heredero. Es muy joven, tiene afición, ganas y lucha suficiente para que se hable de él.

Por cierto, la lucha por la segunda plaza en ligeros es de lo más sugerente que nos resta. Tres en dos puntos ( Jorge, Florián y Fer) y cuatro en un puño (si sumas al ayer ausente Jesús).


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