Tienen pasión, no la pueden disimular ni quieren, por los de la montaña, saben de ellos y de sus andanzas. Por eso sorprendía ver a Javi Oblanca con la camiseta de la Ribera.
- ¿Provocando?
- No me di ni cuenta, eché una limpia a la bolsa y ahora me lo dijeron; sonríe la cátedra de Villabalter, que ya había vuelto a luchar otra final, con Víctor Llamazares, !cómo no!, y el de Valderrueda sigue invicto, intratable.
- ¿Ése es el que también sube a los mayos?; preguntan los de Liegos.
- Sube a los mayos, baja a las fiestas, lucha... es un paisano.
Lo volvió a ser este martes y eso que no tuvo un camino fácil, con Manu, Mario del Blanco, Fierro II y Oblanca en la final. Ysólo recibió una caída, en la final, y le sirvió a Javi para llevarse el premio a la mejor de la tarde. Lo mereció. Le dio una entera Víctor, Javi miraba al suelo como si pensara que ya no había solución, se agarró como con desgana y según pitó el árbitro le dio una entera fulminante, en décimas de segundo. Entonces era Víctor el que no parecía entender nada y sonreía como pensando que una cátedra ambulante se llega a ser por estas cosas... Aunque el intratable Llamazares remató la faena y es el primero de los luchadores en llegar a los 100 puntos. En 10 corros.
‘El Rubo’ que reina
Rubo siempre es un enigma. Debajo de la cara de niño bueno nunca se sabe lo que hay. La grada le quiere, tiene fe en él, su lucha llega... cuando lucha.
Y ayer fue el Rubo de Valdorria, que también gusta en Liegos aquella alta montaña. Un falseo de mediana que le hizo a Adri llevo amuchos a pensar que estábamos ante el Rubo bueno. Y era verdad. Caminó firme hasta la final y allí... ¿chocaría contra La Roca de Moisés?
Tienen buen rollo estos dos rivales. Se sientan hablando entre ellos, con una sonrisa, Rubo le pregunta cómo va ese tobillo, Moisés hace un gesto de ahí está... y a la hierba.
Y en la hierba el mejor Rubo, que no duda, que va a por Moisés ylo lleva, que no especula y repite el ataque.... Dos enteras y una media en medio, casi sin respirar... Coge el premio, casi sin respirar, y desaparece. El chaval, callado como pocos, no dice nada pero sus colegas están en el secreto, después de reinar en Liegos le toca acudir a Boñar, el pueblo donde vive, para subirse a la carroza de las patronales como Rey de las Fiestas. Por algo así se quedó Santi Fernández con el apodo de El Míster.
Semipesados también reina
Y hablando de reyes y reinas la categoría de semipesados optó ayer, sin duda, a ser la categoría reina. Pese a ser la que menos luchadores congregó (7)ofreció combates para el recuerdo, caídas para no olvidar y tensión...
Empezando por el Rodri-Tomasuco de la fase previa. Hubo de todo. Se adelantó La Perla, replicó Tomás, estuvo Rodri con caída y media... un grito sincero dijo «¡qué bueno es!»y replicó nuevamente Tomasuco con otra entera que arrancó del mismo aficionado un «¡qué raza tiene!».
Antes de la final Sansón nos dejó cadriladas con el hidráulico, Arce respondía ‘espataleando’ en el aire hasta obligarle a posarlo y llevarse el combate, Guiller el de Valdeón nos recordó que este año está como nunca... y la final.
Tomasuco-Arce. Liegos la quería ver. Bromeaban con que hubiera un luchador del Páramo pero les gusta la raza de indómito del de Moscas, cómo se venda como si fuera su último combate, cómo pelea el agarre, como pone cara de creer en sí mismo...Pero llegó extenuado a la final (camina para los 40) y tres sueltas seguidas precedieron a asumir que no había nada que hacer.
Y Tomasucovuelve a su suco. El de ganar, el del liderato y el de tomarse las revanchas con rapidez.
Pesados es un sindiós de posibilidades. Nunca se sabe que Guti va a aparecer, que Jesús Quiñones encontraremos aunque definitivamente es el Nuevo Quiñones. E incluso Álvaro parece que quiere ser también nuevo, aunque sin niño... Liquete esta a la que salta.
Y el sorteo tiene mucho que decir. Y este martes quiso que no se vieran los 4 hasta semifinales, igualadas. Tanto que Guti ganó a Álvaro por pasividades y Liquete a Jesús en el minuto de oro.
Y Guti fue más listo en la final, le dio la vuelta a do s caídas... y llega hoy a su pueblo con la vitola de ganador.