Corro de La Virgen: 'Y al que la lucha se la dio... el Santuario se la bendijo'

Victoria de tres líderes y Pedro Alvarado sólo cae ante Caberín en la final y se acerca mucho más a un nuevo título de Liga junto a David, Adri y Tomasuco

Fulgencio Fernández
18/09/2022
 Actualizado a 18/09/2022
David Riaño y Jorge Iglesias siguen ofreciendo los combates más igualados de ligeros, pero el de Cistierna se mantiene más seguro y fuerte. | JESÚS F. SALVADORES
David Riaño y Jorge Iglesias siguen ofreciendo los combates más igualados de ligeros, pero el de Cistierna se mantiene más seguro y fuerte. | JESÚS F. SALVADORES
Hay demasiado pescado vendido a estas alturas de la competición y si, encima, se producen pocas sorpresas, más bien ninguna, cada vez quedan menos incógnitas por resolver a estas alturas de la temporada.

Por ello, dado el lugar donde se celebraba el corro, a la sombra del Santuario de la Virgen del Camino, los luchadores llegaban resignado a aquello de que «a quien la lucha se lo de la Virgen del Camino se lo bendiga». Y la verdad es que no le quiso llevar la contraria a la historia de esta temporada y casi todo el mundo salió reforzado en sus logros. Así, en resumen, los tres líderes de las tres primeras categorías sumaron una nueva victoria, un nuevo corro, y son más de lo que ya eran. En el caso de David Riaño y Adri el de Villavente más campeones, si es que se puede ser más campeón, y en el de Tomasuco más impresionante. Sigue poniendo tierra por medio después de los corros que se perdió por lesión y que le costaron el liderato «por un día». Volvió a ganar, sigue invicto y no parece que haya muchas posibilidades de toserle, tal y como está.

Y en pesados, que fue en la única categoría que no venció el actual líder (Pedro Alvarado) lo hizo el hombre con mejor palmarés de cuantos ayer se presentaron en el corro (Caberín) pero también fue un corro en el que el Santuario bendijo las aspiraciones de El Kamikaze de Cistierna pues sumó más ventaja sobre sus perseguidores ya que Cabero no está en la batalla ya que acude a muy pocos corros, ya que su trabajo le tiene ‘atado’ en Madrid habitualmente.

Unai-Pedro, ¿definitivo?


Así las cosas el combate de la tarde, aquel en el que más cosas había en juego, bien podía ser el Unai-Pedro, en pesados, que era uno de los últimos trenes para El Potro de Lillo.

Quiso además el bombo que fuera en la fase previa, que se presenta como fundamental para el que va por detrás, pero el bueno y valiente de Unai no pudo hacer valer sus armas. Es el luchador con menos peso de la categoría, de hecho podría luchar en semipesados, y Pedro atraviesa una fenomenal racha, por lo que no le dejó hacer nada a Unai, que abandonaba el corro con gesto de «esto ya no tiene solución». Ya está a más de treinta puntos y quedan sólo cuarenta en juego, es decir, ya estamos a la puerta del milagro y falta muy poco para que Pedro coloque en las vitrinas su segunda Liga.

Javi Oblanca le plantó cara a David con dos medias pero reaccionó el líder y evitó un nuevo récord En la final Pedro volvió a impresionar con una mediana a Caberín, pero el de Valdearcos se repuso, recordó la historia que le adorna, se vino arriba y nos ofreció una victoria contundente para cerrar la tarde.

Medios volvió a contar con solo 5 luchadores (y 3 en femenina) y entre ellos destaca el poderío con el que gana Adri, sacando unas cadriladas de las que invitan a hacer posters de lucha. Sigue creciendo Carlos, el mejor luchador de Velilla, que se sigue metiendo en finales y cada vez más serio... pero no está aún para plantarle cara a su maestro, Adri.

Volvió a luchar, en ligeros, Javi Oblanca, fue pasando ronda hasta encontrarse con David, el líder, y cuando le dio dos medias pareció que la historia de superarse a sí mismo volvía a planear sobre el cuidado corro de La Virgen, pero esta vez el de Cistierna reaccionó con ganas, hasta con rabia, y dejó el record de Javi donde estaba antes de venir al Santuario.

Cecilia oficializa su liga, Luzma casi y Priscila supera «los elementos»


La categoría femenina sigue su curso paralelo, con sus mundos, sus batallas y una Liga que por momentos va creciendo. Por ejemplo, es la que mantiene más incógnitas; algunas no se despejarán hasta el último día.

Hay una doble, la de las invictas: Priscila y Cecilia, La Ciclón. El foco está puesto en saber si acabarán sin conocer la derrota, parecía que iba a ser que sí pero siempre puede haber novedades. Por ejemplo, ayer la sorpresa saltó pronto, en el grupo de las apuntadas en ligeros estaba Bea Riaño, habitual en medios, habitual ganadora de corros que, a buen seguro, quería probarse en ligeros, ahora que la Liga está lejana en medios, para poder estar en dos competiciones en el campeón de campeones. Pero su idea es evidente que chocaba con el sueño de Priscila de acabar invicta. Una rival más y de mucho tronío.

El bombo quiso que no se vieran hasta la final, hacia la que caminaron las dos con paso muy firme, sin mayores contratiempos. Allí se vieron y se puede decir que hubo sorpresa, no porque ganara Priscila, que es evidente que puede hacerlo, que está en un año mágico y que cree en sus fuerzas, pero sí por cómo lo hizo, no le dio ninguna oportunidad a Bea, no recibió ni media caída y sigue invicta. En la grada alguien acudía antes de la final a los hechos históricos, al famoso «no mandé mis barcos a luchar contra los elementos». Pues ni por esas, Priscila sigu
Como sigue Cecilia, con su presencia ya era campeona de Liga pero es evidente que La Ciclón también sueña con acabar invicta y la media caída que le dio Lucía no fue suficiente para inquietar a La Ciclón de Yugueros.

El irse Bea a ligeros dejó a medios con tres luchadoras y la final entre las que se la juegan, Luzma y Edi. Ayer Luzma sacó todo el genio y tenía uno de esos días intratable. Ganó, claro.
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