Corro de La Virgen: 'Las perlas se despiertan tarde'

Nueva victoria, este sábado en semipesados, de Rodri ‘La Perla’, que acompañó en el podio a los otros líderes: Víctor, La Roca y Caberín

Fulgencio Fernández
15/09/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Víctor Llamazares este año no ha aflojado en la recta final y ayer se llevó el corro de La Virgen con solvencia, derrotando en la final a Busi. | SAÚL ARÉN
Víctor Llamazares este año no ha aflojado en la recta final y ayer se llevó el corro de La Virgen con solvencia, derrotando en la final a Busi. | SAÚL ARÉN
Con la recta final de la Liga empiezan otros mundos nuevos. Muchas cosas cambian. La mayoría de los luchadores ya saben lo que va a ser su año, al menos su Liga, baja el número de fiestas —que no es asunto menor, se lo digo yo—, empiezan las clases, nacen los sueños de probar en otro peso o los lujos de «no me voy a matar de hambre ahora que está todo el pescado vendido». Un veterano ilustre llegaba siempre con un dicho:«Aestas alturas lo que no está vendido... está podrido».

Y así, cada cual llega a los corros con una mirada diferente, con una idea nueva buyendo en la cabeza. Por ejemplo, en ligeros, Víctor parece empeñado en relajarse con el título en el bolso pero para intentar mañas que enganchen a la grada. Ayer le hizo en la final a Busi un cambio de pierna para grabar. Le amagó una dedilla con la pierna derecha y cuando el de Valverde se defendió le dio un golpe de cadera a la izquierda que dejó a su rival mirando para él como preguntando «¿qué has hecho?». Hasta el árbitro, Gerardo, ex luchador con corros ganados, se dirigió a él para«agradecerle la lección».

Víctor Llamazares y Moisés Vega se siguen mostrando inasequibles y, además, haciendo muy buena lucha Como hay que agradecer a Javi Oblanca que acuda, que busque ese momento en el que pudiera sumar un año más ganando corros, pero no es fácil, ayer se le cruzó en el camino un Santi que está acabando muy bien. Lo que es imposible averiguar es qué se le pasa por la cabeza a El Míster, pero qué bueno que siga con sus 37 años.

Siempre hubo luchadores que no dejan de darle vueltas a la cabeza con «lo suyo». Ahora le toca a Adri, el de Villavente. Se sabe joven, fuerte, luchador... pero ¿qué me pasa con Moisés?

- Nada, es La Roca, ¿te parece poco?
Ayer se volvieron a ver en la final. Moisés se había deshecho de Arce. Adri se la jugó sin esperar, llevaba a Moisés que se soltó para que la cosa quedara en media; pero nada más que se levantó puso a moler sus remolinos de furia y de dos golpes de cadera dejó solucionada una tarde más.

Curioso es el caso de Rodri. No te llamas La Perla por cualquier cosa, y en Valencia dio un recital de cómo se lucha a los pesados y ayer en La Virgen de cómo se lucha a los semipesados, a los suyos. Ayer mandó vuelta para La Vecilla al todopoderoso Tomasuco y tampoco dio opciones en la final a un Rubo que también mostró su mejor cara en Valencia, pero nada pudo hacer en La Virgen. Cuando La Perla está en Perla si no te fijas en lo que haces todo parece más fácil.

Lo que se preguntan los aficionados es «¿porqué las perlas despiertan tan tarde?», ya que son varias las temporadas en las que el de Cistierna/Prioro/Valdetuéjar hace una recta final pero tarde, como cuando el feligrés le decía al cura «ahora inciense con los guevos».

Caberín camina hacia la Liga número 11 y Morín, que ya cumple los 47, se acerca al subcampeonato ¿Y pesados? Hay de todo, como en las boticas viejas. Caberín sabe que le obligarán a ganar y lo hace, sumó otro corro después del traspiés con La Perla.Morín, que ya entra en los 47 tacos y ya tiene el récord de longevidad, hace cuentas para el subcampeonato,«yo para arriba ya no miro», y le salen. Arriesga su rodilla hasta semifinales y sumando, sumando...

Víctor J. juega otra Liga. Ni el propio Canario sabe cómo va a salir la tarde pues debate entre la pesca, la lucha, la partida, la cena... y con los ánimos de Victorín y su tremenda humanidad va pasando y pasando hasta verse, nuevamente en la final. «Bienvenida sea, pero para Caberín ya no estoy».

Y a la chita callando va sumando Álvaro Quiñones, que ha cogido el testigo de Jesús y está ante su mejor año, para gozo personal.

La Virgen no bendijo a dos campeonas, a La Ciclón sí

La competición femenina también sigue sus códigos, que se rompen de vez en cuando, como ayer. Cuando ligeros había sido un ir y venir entre Isa ‘La Niña’ Justel y Sandra la sombra del Santuario quiso ser propicia para otra niña que se lo ha currado, que le ha puesto muchas más ganas que suerte... y ayer la encontró Priscila Martínez, ganando un corro que le produjo una felicidad que no había más que mirar a su cara para entenderla.

Isa tuvo la compensación de ya ser campeona de LIga, que no es poco.

En medios, Bea Riaño también es de las que siempre busca la victoria pero ayer se encontró con que la lucha decidió elegir la sombra del Santuario para hacer justicia con Ariadna Morán, otra con la que la lucha tiene una deuda. Derrotó en la semifinal a la pelirroja de oro de Cistierna pero encontró esa amarga cara de la lucha que llaman trabajar para casa ajena; es decir, tú tiras al líder pero no ganas el corro. No lo hizo, lo hizo la gemela Edi, ésa que cuando quiere —o puede— saca buena lucha de su sonrisa.

Bea tuvo la compensación de ya ser campeona de LIga, que no es poco.

Y sonrisa lucía este sábado ‘La Ciclón’ Cecilia, después de su injustificado enfado en Valencia, y comprobó que pensando sólo en la lucha pudo tirar a quien la había derrotado un día antes, María Rubiera, y llevarse después el corro son solvencia ante Carla Sofía, de la los Oteros.
Lo más leído