Este jueves le dedicó el corro Víctor Llamazares, lució su camiseta Guiller el de Valdeón, también la mostró Rodri… pero, sinceramente, lo que más me impresiono de la lesión de Rodri fueron las lágrimas, sinceras a carata cabal, del bueno de Goyo el de Villamuñío, su rival que nada tuvo que ver en el lance pero todavía ayer estaba pesaroso. El luchador más sureño es un paisano que merece mucho la pena.
Muchas miradas hacia ‘el desguace’. Y para contrarrestar ambiente de fiesta en el corro con el desfile de charangas y una ruidosa peña fiestera, la Dream Trink, que con frecuencia coreaba el estribillo de ayer para animar a su socio: «Tomasín, Tomasín».
El momento más emotivo de la tarde fue la victoria de Tomasín en casa y el abrazo final con su abuelo Uco Por eso la tensión subió en semipesados. Crecía el ambiente cuando llamabanal corro a Tomás (ayer Tomasín pues Tomasuco lo es en La Vecilla, el pueblo de su abuelo Uco, que lleva ensu nombre de guerra). El primer combate fue con su hermano Alberto, que
quiso dejar claro que él también es un Uco y le dio toda la cera que pudo, pero Tomás quería dar la cara, estaba motivado con su peña en la grada, una peña con fe ciega en él aunque algunos temían que se hubiera implicado demasiado en la celebración de las patronales.
Y de Albertuco fue a Pedro Alvarado, que sembró más dudas cuando a falta de 12 segundos iba por delante. Pero salió ese ‘niño que no es’, ese turbo que arrolla y de los 12 segundos le sobraron la mitad. Ya le esperaba Rodri en la final.
El Míster truncó la otra fiesta local al derrotar al rey de las fiestas, Rubo, aunque ganó Moisés La lucha quiso que estuvieran ante la misma historia un día después. En Prioro Rodri estaba en casa, en Boñar lo estaba Tomasín y Ramiro miraba desde su grada. El Prioro la grada estaba con Rodri, ayer la peña no cejaba en su grito: «¡¡¡Tomasín, Tomasín!!!». En Prioro Rodri quería ser La Perla... de Prioro y en Boñar Tomasuco quería ser un día Tomasín.
¿Pasaría factura la fiesta?Pues no. En la lucha lo que cotiza es la sangre y la raza. Y aquel Niño, que dice Davizuco, fue El Turbo sin freno que sale en las tardes de gloria. Yhabía otro motivo, al margen de enseñar la camiseta de la Peña: le iba a entregar el premio de campeón el abuelo Uco, el de La Vecilla. Y en lucha nada cotiza más que un abuelo. Cuando se lo fue a entregar vimos al Tomás que sacó su mejor sonrisa y levantó al orgulloso abuelo como si quisiera sacar una cadrilada hasta los cables.
Al fin Tomasuco ríe.
Descarriló la carroza
La victoria de Tomasuco tuvo, además, otro efecto balsámico. Boñar es pueblo por el que compiten pocos luchadores pero en el que viven muchos. Uno de ellos Rubo el de Valdorria (los abuelos, otra vez) que además es el Rey de las Fiestas de este año. Yfiesta había en la grada con él pero la suspendió de cuajo ese tipo tan singular que es Santi ‘El Míster’, que a las primeras de cambio envió a Rubén de vuelta a la carroza. ‘El judoka errante’ que pasó el año pasado rodando un documental luchó en pesados y venció Las miradas se pusieron entonces en Moisés, que además llevaba dos corros sin ganar. Y no se equivocaron pues contraLa Roca primero se estrellaron las ilusiones de El Míster de completar una tarde de gloria y tampoco Adri encontró la fórmula. Sí la encontró Moisés en una primera caída en la que se agachó, se agachó, y casi a ras de suelo pegó un golpe de cadera imparable, como es él los días que está «enfadado» con jornadas anteriores.
Y si Moisés deja poco margen para las sorpresas... Víctor no deja ninguno. Ni fiestas, ni hombros fastidiados... nada parece cotizar contra el líder indiscutible de ligeros. Tan solo Filín le había arrancado media caída cuando en la final le esperaba un Busi que, como Rubo, es de Valverde (la abuela, en este caso) pero vive en Boñar e, incluso, lleva en su apodo el nombre de un negocio de la villa que vuelve a tener Negrillón, aunque sea de hierro. Venía de derrotar a Javi Oblanca, también tenía el favor de la grada, ganas... «si no es hoy», le animaban, pero no fue. Se lo dejó claro Víctor a las primeras de cambio cuando le sacó una cadrilada que parecía la escenificación de un «así estoy yo», como si fuera una canción.
Víctor Llamazares, que sigue invicto, derrotó ayer en la final a otro vecino de Boñar, Busi el de Valverde Donde esperaba la sorpresa era en pesados, a los que se atrevieron a desafiar al frío. También aquí la grada lo tenía claro y en este caso, además, con un chaval que defiende los colores de Boñar por más que en el origen de su afición esté la pasión por la lucha de un abuelo de Grandoso. Está tremendo Cristian, impresiona su musculatura o cuando al salir a luchar pega un salto para calentar... y ha ganado 4 corros de 6 y venía de vencer en Prioro. «Si no es hoy».
Pero por allí andaba el judoka errante, amigo de Flechina, que pasó el año pasado por estas tierras grabando un documental de lucha. Lucía una camiseta de su amigo Barreñada, una forma física impresionante, mañas de judoka y dedillas fulminantes y se llevó el corro derrotando al Nuevo Quiñones, a Liquete y a Cristian... una siega mientras la gente preguntaba «¿quién es el bigardo de la coleta?».
- Pues un campeón errante como la copa de un pino. Y valenciano.