Corro de Boñar: 'Boñare, como los de la ciudade'

La Villa del Negrillón vio vencer en su corro a los mismos luchadores que ganaron en la Catedral, de nuevo Lixer y Tomasuco junto a Ibán y Moisés Vega

Fulgencio Fernández
13/10/2017
 Actualizado a 11/09/2019
El último combate de la tarde y de la Liga, la final de pesados, fue un precioso combate entre Tomasuco y Rodrigo, habituales en semipesados. | MAURICIO PEÑA
El último combate de la tarde y de la Liga, la final de pesados, fue un precioso combate entre Tomasuco y Rodrigo, habituales en semipesados. | MAURICIO PEÑA
«Por la mañana me mandó un wassap Rodri y me decía: ‘Yo voy a pesados’. Y le contesté: ‘Yo no’». Lo decía Roberto Gutiérrez, Guti el de Prioro, que este jueves en Boñar regresó a semipesados después de varios corros en el peso superior mientras Tomasuco volvía a apuntarse en pesados (como en León) y cumplió su palabra Rodri. Este ‘trasiego’ está animando la recta final, hasta el punto que lo más bello y vibrante de la última tarde de Liga, este domingo en Boñar, seguramente fue la final de pesados entre dos luchadores de semis: Tomás González, Tomasuco de La Vecilla (este domingo de Boñar en honor a su padre Ramiro) y Rodrigo Fuentes. Ganó Tomás bien en cuanto a resultado (2-0, dos medias y una entera) pero hubo mucha lucha, como ya vimos desde la primera caída cuando Rodri buscó la sorpresa, llevó la iniciativa pero Tomás se le dio la vuelta casi en el suelo, como sólo sabe hacer él, y conla fe que tiene en su lucha. Nada nuevo en el chaval que nadie duda que va a hacer historia y con solo 20 años después de ganar la Liga se apunta a las gestas. «Se marcó otro Clemente», decían los aficionados, y uno de ellos, Rubén Ponga, ex luchador y novelista, ponía el énfasisen otra mirada: «Parece extraño, pero en lo que más he disfrutado es en la final de pesados». Curioso. Una hora más tarde cuando el chaval, con cara de niño aún, salía del bar de su padre con su novia, con cara de niño, alguien contempla la estampa y otro apostilla: «¡Qué guevos tiene».

Lixer, que no había ganado ningún corro hasta el de San Froilán, repitió victoria este jueves en Boñar También es verdad. Y lucha, no lo olvidemos, que ayer tuvo que enviar al tren de vuelta a casa a Álvaro, Caberín y Bulnes antes de la final con Rodri.

El corro había acabado en lo más alto de la tarde. Nadie se había ido de las gradas, pero unos minutos antes también hubo noticia. También en Boñar ganó Lixer en semipesados, el mismo que lo había hecho en León una semana antes, en el que era su primer corro en categoría senior, con 26 años.

«Le cogiste gusto», le bromeaban, pero su rival en la final, el citado Guti, decía: «¡Qué animal, cómo está!». Y es que venía siendo comentario de todo el verano el espectacular estado de forma de Luis Fernando Campos, que por alguna extraña razón era incapaz de plantarle cara —salía derrotado— a Sansón y Tomasuco. «No les he dado ni media caída», reconocía.

Tomás y Rodri subieron a pesados y se metieron los dos en una espectacular final, que ganó Tomasuco   «Pues le habrá venido bien la victoria de León porque era imposible acercarlo», explicaba Guti, pero sí es cierto que lo pasó mal en semifinales con otro luchador alto, Pedro Alvarado, que ha regresado sin recuperar del todo pero dejando claro que también hay que apuntar su nombre de cara al futuro. De hecho, perdió por decisión arbitral.
Fue Lixer a quitarse las vendas y le preguntaron.«¿Cuántos kilos levantas en arrancada», el chaval contestó como habla, siempre sin levantar la voz.

- ¿Cuántos dijo?
- Yo creo que 300.
- No seas animal, es imposible.

Y Guti, que acababa de perder la posibilidad de ganar un corro en semis, sonreía como hace él, al biés.
Antes se había vivido la normalidad, pero con buenos momentos. La normalidad es que ganen Ibán y Moisés, que ganaron. Y la normalidad es que Diego Arce nunca baje los brazos. Buscaba la segunda plaza, en manos de Rubo, favorecido porque el chaval se lesionó en Cistierna y no volvió hasta ayer, sin recuperar pero a defender su plaza.
El sorteo quiso que se vieran en la fase previa. El que gane sería segundo. Y Diego Arce anduvo listo para adelantarse con una entera... y a la espera. Lo buscó Rubo de todas las maneras. A falta de 21 segundos empató con una preciosa mediana, que levantó a la grada... pero después Arce resistió y cerró su excelente temporada. Le quedaba Moisés en la final y él sabía que era tarea casi imposible pues, además, anda tocado de una costilla. Nada pudo Arce, quien reconocía su derrota: «No se puede hacer nada con un tío así».

Cumplió. Como cumplió Rubo con lo que se espera de él y cuando fue a curarse al doctor Martín, a proteger su dedo lesionado, ni una disculpa, sólo una sonrisa. Es Rubo.

Ibán y Moisés no quieren saber nada de novedades ni de sorpresas, sumaron un corro y una Liga más Y en ligeros, hoy vamos al revés, tal vez por ser el último día, parecía impresionante Busi, que ganó a Dani del Blanco después de estar a caída y media;que le dio dos preciosas mañas a Filín; repitió (cadrilada y cadera) ante Albertín... pero le esperaba en la final Ibán, el ya campeón, siempre Ibán. Y fue Ibán una vez más, al grano , sin dejar resquicios y aprovechando todos los que le dejan. Siempre parece que se le acaba la gasolina pero resulta que siempre tiene reserva.

Fin del corro. Los mismos campeones de León, parece que Boñar (¿Boñare?), como la canción de Villabaltere, quiere ser «como los de la ciudade».

Último día. La tradicional foto de los cuatro campeones de Liga. Ya suenan los acordes de música de fondo de Panorama ensayando, toca baile. No queda nadie en el pabellón. Fin de temporada. Recoge sus cosas, porque es su último corro, el mejor luchador (sin necesidad de salir a las colchonetas ni pisar la hierba) que he conocido jamás, Antonio Barreñada. Un paisano de la Sobarriba. Paz y bien hermano.
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