Corro de Boñar: 'Al taller, al desguace y Javi a la gloria'

El veterano Javi Oblanca vuelve a ganar en el último corro del maratón junto a Moisés, Rodri en modo ‘Perla’ y Roberto Bulnes

Fulgencio Fernández
17/08/2017
 Actualizado a 17/09/2019
Javier Oblanca sumó un nuevo corro ante Filín Acevedo, confirmando una espectacular temporada 2017. | MAURICIO PEÑA
Javier Oblanca sumó un nuevo corro ante Filín Acevedo, confirmando una espectacular temporada 2017. | MAURICIO PEÑA
La Era de Moro de Boñar acoge normalmente en San Roque el último corro del maratón de agosto; es decir, luchadores bastante trallados, bajas por lesiones y en expresión de un paisano que nunca falla a la Villa del Negrillón«de aquí se sale en el mejor de los casos para el taller, en el peor al desguace».

No le falta razón, por allí andaba Pedro Alvarado lesionado, Diego Arce ni andaba, otros faltaban... pero también los hay quesalen hacia la gloria, como Javi Oblanca, increíble su temporada con más de 40 años, o Roberto Bulnes e, incluso, su hermano Guillermo, que se acerca a los 40 y fue segundo en medios.

Boñar, su club, también tiene cada año un detalle para alguno de los suyos, un homenaje, que ayer fue para un tipo tan grande como entrañable, de esos que llena los filandones de anecdotarios, Paco el de Viego, ex arbitro, «de los Alonso de Viego», que diría él, Paco, el que siempre tiene un detalle para las gentes de la lucha.

Boñar tambiénes de los lugares que motiva a las gentes de la tierra, pues son más de los que parecen ya que aunque sólo Cristian se ‘apellida’ de Boñar en las presentaciones resulta que Busi lleva en su apodo el negocio materno... en Boñar; a muy pocos metros del corro, en la plaza, está el de la familia de Rubo; cuando Filín dice de Felechas estamos hablando de un pueblo a tan solo unos cientos de metros del negrillón seco.

Y dos de ellos, Busi y Filín, se midieron en en las previas en ligeros y, por una vez, el de Felechas pareció perderle el respeto casi reverencial que le tiene de amigo y le aplicó esas mañas suyas que a nadie dejan sentado. Y pasó ronda el de Felechas, para verse en semifinales con Ibán ‘El Guerrerín’. Dura tarea. Cuando estaban agarrados llegó su padre, Filo, preguntando si era cuartos o la final o qué.

- ¿Pero ya no vienes ni a ver al guaje?
- Calla hombre, que me tocó regar y estuve hasta ahora mismo.

Mientras hablaba Ibán le dio la media con la que empataban a caída y media en un combate precioso. Se agarraron, forcejearon y marcharon los dos de cabeza aunque se vio que Ibán tocó antes el suelo. Pasaba Filín y, además, el bueno de Ibán cuando le dicen que igual la media era suya replicó:«No lo sé, pero si fue así unos días por otros».

Quedaba la final. Parecía el día de Filín, en su tierra, pero allí le estaba esperando Oblanca, que es tanto como decir que no te fíes de nada. Y así resultó. Pese a ser el quinto día del maratón, pese a haber luchado el de Villabalter todos los días, pese a loo de «ilustre veterano»... le aplicó a Filín los códigos de la «cátedra ambulante», le esperó, le trancó... le enroscó. Nuevo corro para Javi. Increíble.

Moisés no sabe de «locales»

El concejal de deportes de Boñar, Pepe, lamentaba que el «negrillón seco» del trofeo del Campeón no se quedara en Felechas. «Pero ahora tenemos a Rubo». La grada estaba conel de Valdorria (y Boñar) y el chaval lo dio todo pero... pero en medios Moisés no sabe de locales, visitantes, ni nada.
La verdad es que el combate entre los dos citados, Moisés y Rubo, en semifinales, nos regaló el momento más vibrante de la tarde. Se adelantó Moisés con una caída cuando encaraban la recta final y el nieto de Amado el de Valdorria lanzó un ataque sin cuartel, sin tregua para el descanso, como un vendaval, del que Moisés se libraba cómo pudo. «Ahora va» repetían en la grada, lo dijeron con más fuerza cuando trabó a Moisés pero ‘La Roca’ de Cistierna logró sacar la pierna, meter la cadera y ser él quien se llevó la caída.

Rubo quedó en el suelo, extenuado, pero grada le brindó al perdedor la mejor ovación de la tarde, por su entrega y su valentía, algo que le ocurría con cierta frecuencia a uno de sus maestros, El Elegante de Campohermoso. Getino, árbitro ayer, miraba para él como si lo estuviera pensando.
Así las cosas Moisés se encontró en la final con un rival sorprendente, Guillermo Bulnes, que ya con 39 años está viviendo unos muy buenos momentos, aunque nada pudo hacer ante un Moisés consciente de que lo más duro ya lo había hecho y nada sabe de concesiones.

Antes hubo otros momentos en los que el público se divirtió, como con el regreso temporal de Sergio desde Inglaterra para, pese a luchar de año en año, ofrecer un gran combatecon Nacho Castro, otro chaval que siempre deja algún destello y que seguirá creciendo.

«Pon algo del chaval de Nicasio»


Lamentaba el concejal que tampoco en medios se quedará el ‘negrillón seco’ en casa pero se mostraba confiado: «Tomasuco sí lo ganará».
Pues no. No era el día de los locales. Solo eran 7 pero con el de La Vecilla estaban los dos de Prioro (Rodri y Guti, nuevamente en semis) que reconocíanque «ayer la hila se alargó para celebrar la gesta de Guti».

- ¿Y tú, zángano?; ‘putean’ a Rodri.
- A ver qué sale.

Ysalió ‘La Perla’. Qué gozada ver a este chaval en modo Perla. Su combate en semifinales con Tomasuco valía para añadirlo a la historia de la mejor lucha de cualquier tiempo. Atacó primero Tomasuco, como hace él, sin posibilidad de parar el torbellino y cuando ya estaban llegando al suelo Rodri hizo algo reservado a muy pocos, a esa velocidad y parando el peso del rival, apoyar la rodilla y darle la vuelta. Entera.

Se levantó Tomasuco como los campeones. Ajustó el cinto. Se agarró con ganas, fue a por Rodri y en pocos segundos voleó y cruzó como lo firmaría el mejor Clemente. La grada, con «la peña» de Tomasuco allí, rugió y con motivo.

A por la hora de la verdad. Nuevamente unos segundos de lucha y raza. Tomasuco ataca, Rodri se coloca haciéndolo con una facilidad que no puede ser entrenada, es genética, se lleva en la sangre y metió al de La Vecilla debajo de su cuerpo. Fin. Y un grito en la grada, de un cercano a Rodri hacia la peña de Tomás, cuentas pendientes desde La Vecilla y Rodri, también grande aquí: «Son cosas suyas, a mí no me pasa nada».

Y bueno es para la lucha.

Roberto Bulnes, al empezar pesados, pedía: «Pon algo del chaval grande de Nicasio» (por su hermano Guillermo, finalista en medios) tal vez sin sospechar que quien iba a escribir una página no sorprendente pero sí emotiva era él, ganando en pesados, la final a Cabero y hasta con cierta solvencia, con una caída y media, primero esperando y después con una dedilla de tan impecable como difícil factura.

Antes la tensión la había puesto Cristian, el de semipesados, que casi protagonizó una gesta como la de Guti en Prioro al meterse entre los mejores... en pesados. Sólo perdió un combate, con Caberín, pero era la semifinal y le apartó de la final, después de haber ganado a Aitor y a Álvaro Quiñones.
Archivado en
Lo más leído