Estamos en un tiempo convulso, que supone nuevas exigencias y nuevos retos para todos los ciudadanos. En estos momentos de incertidumbre debemos de exigir que se trate al pueblo español con lealtad, sinceridad y madurez, para explicar la realidad que nos ha tocado vivir.
Con esta pandemia hemos de aprender que la situación que nos ha abocado a le emergencia sanitaria no se repita. El actual gobierno invoca un nuevo pacto de la Moncloa. Desde Arenci (Asociación Renta Ciudadana), consideramos que es necesario ese acuerdo económico, y sería una oportunidad única para aplicar la Carta Social Europea, hasta lograr implantar una renta básica universal. El problema de fondo es una Deuda que nos asfixia y que habrá que pagar con una nueva reforma fiscal. Necesaria para que la renta básica sea viable y no se use el dinero publico para pagar desmanes y favorecer a amigos y ‘lobees’ económicos.
Nuestro país no dispone de medios, no porque no los tenga sino porque los sucesivos gobiernos no los ha sabido gestionar. Una consecuencia de ello es que no puede suministrar en estos momentos a todo el mundo el material necesario. Se ha desmantelado durante años nuestra industria y nuestra sanidad, mientras que se ha favorecido a constructoras para el AVE y Aeropuertos.
Se ha movilizado al ejército, pero no se ha movilizado a la sociedad civil y no se ofrecen alternativas a quienes tiene que permanecer en sus casas. No se ha recurrido en ningún momento a los recursos estructurales con que contamos, solo a loables, altruistas y honrados actos espontáneos que nos muestran que no ha habido coordinación, ni interés por parte de los políticos, donde se recriminan unos a otros, o cada autonomía ha buscado fuera respiradores por su cuenta.
La economía no se muere ni le pasa nada por parar un mes, ese no es el problema. Ahora parar más, y que pare medio mundo comienza a ser una catástrofe, pero por falta de elementos de seguridad para las personas.
Economistas tan diferentes como Toni Roldán Monés o Eduardo Garzón Espinosa en el diario Público, han avalado una renta básica para paliar la falta de ingresos, de quienes no tienen empleo ni ingresos, durante esta crisis. Siendo contrario a ella. El empleo garantizado que pregonaban algunos hace aguas. Lo mismo que propuestas de diseño social, que ahora «no se puede, no se puede». Si bien es una renta básica con condicionantes de devolución y provisional, lo importante es que la propuesta de la RBU, esta en la mente y significa un grandioso paso adelante que se tenga en cuenta para solventar los problemas sociales que padece nuestro país.
El gobierno ha habilitado 200.000 millones entre 47 millones son unos 4.200 euros por habitante. ¿Quién se los va a llevar? ¿Sucederá como ha sucedido con la ayuda al sistema financiero? ¿Habrá luz y taquígrafos con estas ayudas? Desaparecerá el dinero como sucedió con las entidades financieras, O será un ‘bluff’ porque no hay dinero y solo son avales. Altos cargos que prometieron que se devolverían el préstamo a la banca se han ido de rositas con el dinero publico, sin que nadie les haya exigido responsabilidades personales y políticas. Cargos que defienden la política de mercado, cuando no les toca a ellos. Y cuando les tocan sus respectivas fortunas entonces son necesarias las ayudas de Estado. Pero solo para salvar empresas y nunca a los ciudadanos.
Países como Dinamarca, financian el 75% del sueldo durante la crisis, y seguro que les sale más barato que las medidas tomadas en España.
La realidad, es que se necesita un nuevo modelo económico ante las nuevas tecnologías y el mundo globalizado, mediante una reforma fiscal que nos haga competitivos sin necesidad de devaluar la moneda (que por otra parte no es posible) ni tampoco bajar los sueldos como sucederá si no se toman medidas. A ella nos podemos enfrentar a través de una devaluación fiscal, como reclama el Banco Central Europeo.
Es por ello necesario un acuerdo de toda la sociedad civil. Y por tanto apelamos a que se tengan en cuenta nuestras propuestas en el nuevo pacto de la Moncloa. O no servirá para nada, sino para lavar la cara a quienes han gestionado la crisis del coronavirus dando la espalda a la ciudadanía y a una oposición grosera y cínica.
José Miguel Sánchez Alcalde, de Arenci (Asociación Renta Ciudadana)
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