Secundino Llorente

Copiar estará siempre unido al examen

19/12/2019
 Actualizado a 19/12/2019
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Ahora está de moda la Probidad Académica y la lucha contra el plagio, pero de esto ya hablé en mi artículo del 12 de octubre. Hoy me centraré en lo que desde siempre hemos entendido por copiar en un examen.

Parto de una premisa: ‘Copiar es un fraude’. Es hacer trampas porque se trata de engañar al profesor y ser injusto con los compañeros que ganan la nota con su trabajo. Copiar es una injusticia cuando se compite por una plaza. Pensar que mintiendo se puede conseguir un puesto de trabajo o ganar dinero puede ser una equivocación y una mala costumbre. «Si ya desde niño te acostumbras a copiar, seguirás mintiendo de mayor y, en el fondo, engañándote a ti mismo».

Creo que todos estamos de acuerdo con esta premisa, pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Copiar es tan antiguo como la propia enseñanza. Dudo que alguien no haya copiado en toda su vida. Lo que han cambiado son los modos y sistemas. A lo largo de los años las estrategias para copiar han ido evolucionando y se han perfeccionado hasta límites insospechados.

En mis años de estudiante sólo conocíamos ‘la chuleta’ que se podría definir como el fraude utilizado para superar un examen sin estudiar. He conocido a verdaderos artistas de la chuleta. En forma de rollo o librillo, letra en miniatura imposible de descifrar. El propio cuerpo convertido en chuleta: manos, antebrazos o muslos bajo la falda. Siempre he pensado que dedicaban más tiempo a elaborar estas chuletas que lo que les llevaría aprenderlo. Lo de pasar horas escribiendo en una mano con letra diminuta ya está superado. La evolución de la chuleta ha llegado a los relojes diseñados para copiar en exámenes, la última moda en estudiantes. En la selectividad de los últimos años los alumnos de Castilla y León tenían prohibido entrar al examen con reloj. Por sólo quince euros Amazon vende un auricular oculto para exámenes. Yo ya he pasado por la experiencia de quitar alguno de la oreja de los alumnos en plena faena. Las nuevas tecnologías tienen mucho peligro en este tema y han aparecido riesgos que antiguamente no existían. En los exámenes de selectividad en Extremadura sufrieron un hackeo y más de 3000 alumnos se vieron obligados a repetirlos. Cuando el Tribunal Calificador de las Pruebas detectó un acceso no autorizado a la página web de la Universidad y que pudiera haber afectado al secreto de los exámenes de Matemáticas, Latín o Geología toma la decisión de repetirlos una semana más tarde, con todos los trastornos que el cambio ocasiona.

Los profesores estamos convencidos que hemos sido engañados muchas veces por alumnos especializados en copiar, pero también es cierto que muchas veces hemos cazado a los copiones. Todos hemos tenido un largo anecdotario. Contaré alguna historieta real y graciosa.

En mi primer año como profesor en Fabero un compañero muy simpático pero muy despistado solía dictar las preguntas a voleo en el examen. Los cuarenta alumnos que lo sabían se pusieron de acuerdo para hacer todos las mismas cinco preguntas, independientemente de lo que dictase el profesor. Los profesores lo sabíamos y nunca hemos olvidado los comentarios del profesor en la evaluación final. «¡Cómo han mejorado estos chicos!».

Un profesor de Lengua de segundo de bachillerato hacía un examen final igual que la selectividad con un tema completo de los diez del programa. Se comentaba que algunos daban el ‘cambiazo’, llevaban los diez temas escritos y presentaban el que caía en sorteo. El profesor de aquellos cien alumnos guillotinó cinco centímetros los folios en blanco. No se notaba la diferencia. Al final del examen, apoyando los exámenes sobre la mesa, fue devolviendo con un cero los exámenes fraudulentos con el asombro, y sin protestas, de los copiones cazados.

Como casi todos los profesores, tengo la conciencia tranquila de haber intentado que mis alumnos no copiasen, pero no estoy seguro de haberlo logrado y me pregunto cuántos me habrán engañado. Cambiarán las formas, pero el copiar irá siempre unido al examen.
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