Cooper dice adiós: Coherencia

Por Mario Álvarez

Por Mario Álvarez
09/11/2019
 Actualizado a 09/11/2019
Mario Álvarez y Álex Cooper en un concierto en El Corte Inglés de León. | MAURICIO PEÑA
Mario Álvarez y Álex Cooper en un concierto en El Corte Inglés de León. | MAURICIO PEÑA
Veinte años no es nada decía el tango, más o menos, pero son una vida. Veinte años son los que han pasado desde que Alejandro me propuso participar en su proyecto en solitario, que más tarde sería Cooper.

Para un fan de Los Flechazos de 24 años como era yo entonces fue una ilusión enorme, y recuerdo la fascinación con la que escuché por primera vez las canciones que grabamos en mi casa de la plaza de San Martín en el Barrio Húmedo, y que luego sería el primer disco de Cooper, ‘Fonorama’.

Unas maravillosas canciones pop que con los años se multipicarían por diez, y que para mí forman una de las mejores colecciones de temas pop de la música española.
En este formato para mí Alejandro es el auténtico maestro o el «magister», como solemos llamarle, moldea como nadie fantásticos estribillos y construye como el mejor arquitecto estructuras pop.

La música Pop, que encaja perfectamente con su mente ordenada, directa y coherente.

Coherencia. Coherencia es la palabra con la que yo definiría a Alejandro, siempre ha mantenido una obstinada coherencia consigo mismo aunque el mundo se conjurara contra él, y ha mantenido unos firmes criterios, que en ocasiones le han hecho esquivar a la maquinaria de la industria musical, que a mi parecer ha sido profundamente injusta con él.

Alejandro nos deja un poco huérfanos a todos, pero esa mágica obra suya quedará siempre.

Tengo que decir que lo que siento hacia Alejandro es un profundo agradecimiento, en lo musical por todo lo aprendido y por dejarme formar parte de su universo, pero sobre todo en lo personal por todo lo vivido.

«Sé muy bien, que es mejor callar
porque el tiempo todo lo calma.
Pero yo tengo que escupir
este nudo de la garganta».
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