Convertir once en 25

30/04/2019
 Actualizado a 15/09/2019
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Un redoble de tambor acaba e inicia la magia. La chistera, ahora en impás, no ha dejado de equilibrar la demografía de palomas, conejos, pañuelos y rosas de papel a partes iguales que sacaba de su boca en apariencia vacía los últimos días. Así iba manteniendo boquiabierto al clientelar público, que dejó pequeña la platea para saborear el misterio engendrado dentro de una varita mágica de todo a 100. Esa magia bíblica de convertir y multiplicar ha hecho de sobres personas y de ellas futuribles que despiertan del espectáculo, no siempre tras ese sueño destinado a ser recordado. Pero aún con las legañas aturdiendo la vista, la varita pide tablas a las que llevar un nuevo reto. Redoble, sin descanso. Se mastica un mes de ensayos a deshora para hacer que esa papeleta que debe entrar en el cristal el 26 pase a llenar cada sillón corporativo entre aplausos y bajo palio. Alehops y ojalás se mezclarán en una engañosa trasparencia que enseña sin mostrar lo que las manos unidas definirán sin saberlo. Batería y tambor. Y sí, de esas papeletas que un día llevaron huellas propias ycuyo destino es convertirse en testigo de un bien común, saldrán los 25 ediles de las 11 propuestas bienvenidas al salón con aire acondicionado del plenario ponferradino. Tocaban la docena, pero un tropiezo al levantar la Vox acalló la propuesta récord de salida. La democracia es magia estadística, aunque el autoengaño nos permita ver más allá de probabilidad. Votamos para unificar, pero con distancia, solo para permitir que la chistera tenga oficio.
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