Conversos a la chiquilla

No creo que se deba a mi edad ni a mi temperamento. No creo tampoco que me esté volviendo más cascarrabias de lo habitual, pero llevo unos días preguntándome si estamos sufriendo un proceso de infantilización o es que, periódicamente, precisamos que la providencia nos envíe algún –en este caso alguna– mesiánico salvador que nos desbroce nuestras enredadas entendederas y nos haga ver la luz o, mejor para el caso, las exteriores tinieblas que depara el deteriorado medioambiente y su consecuente cambio climático.

¡Aleluya, aleluya, nos ha llegado la salvadora! Con todos ustedes, para su genérica o específica curación y salvación, la sin par conciencia del universo mundo: ¡Greta Thunberg!

No critico a la guaja (feminización de guaje, por ello no sujeta al significado dado por el DLE para el término usado) o chiquilla –apenas diecisiete años–. Bastante debe de tener para ella, me temo, rodeada de más de un y una guaja (estos sí en su exacto significado de «pillo, tunante, granuja»). Cómo si no una cría, de agosto de 2018 a hoy, iba a alcanzar tal grado de popularidad internacional. ¿Es que nadie escuchó ni vio, escucha ni ve, las inquietudes y esfuerzos, la energía y frescura que ponen en un mejor mañana nuestras hijas, hijos y demás juventud casi anónima en sus luchas y anhelos? Sí, Anhelos. Afanes en su mayoría más angustiosos que los de, al menos, mi generación; pues, contra toda humana lógica, les dejamos un mundo peor que el recibido en condiciones laborales, sociales, económicas y, sí, también medioambientales. ¿Cuántas, cuántos, Gretas tenemos en casa, en el barrio, en los colegios, en la universidad y no les hacemos –sin perdón– ni puto caso?

No, no critico a la chiquilla por más que desconfíe de su usual invocación al poder de las masas. Ya saben, pueblo y masa son términos que me dan repelús y hasta urticaria. Me suenan a fe ciega. ¿Y ese sembrar la duda sobre los políticos y las políticas? ¿No sabemos dónde acaba? Vea la historia y sus bises al estribillo.

¿Cuántos años lleva la ciencia, los científicos, avisando de la grave aceleración del cambio climático? 50 ¿En España, cuántos hace que los ‘Verdes’ alertaron de la emergencia climática? 35. Pero, ¡dios santo!, ya se sabe: unos, locos; los otros, políticos.

No, critico a los sordos y ciegos curados hoy por la mesiánica niña; a los que hoy redoblan los nuevos golpes de pecho; a sus conversos. ¿Dónde habían dejado su raciocinio? ¿Dónde sus criterios? ¿En qué mundo vivían?

¡Salud!, y buena semana hagamos y tengamos.