Contra el Alzheimer "paciencia, comprensión y sensibilidad"

Paciencia, comprensión, cariño y sensibilidad: cuatro claves fundamentales contra el Alzheimer. Ninguno de estos u otros conceptos curarán esta enfermedad, pero sí ayudan a paliar sus efectos, y no solo entre los que lo padecen, sino también entre sus familiares más cercanos, a los que la vida les da un vuelco de 360 grados "de la noche a la mañana", y esto puede suponer un riesgo para su salud emocional. La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Astorga y Comarca (AFA) celebró este miércoles, con motivo del Día Mundial de esta enfermedad –que tendrá lugar este viernes–, un encuentro con parientes de los usuarios del centro astorgano, que relataron en primera persona sus experiencias para dar visibilidad y ayudar a otras personas que estén en su mismo caso, a 'coger el toro por los cuernos'. Entregados cuidadoreshan sabido "comprender y aceptar" la situación, lo primero, y buscar ayuda especializada en estas instalaciones, lo segundo, para poder seguir adelante y soltar la pesada losa que supone esta enfermedad neurológica.

Así lo trasladaron los presentes, que independientemente del tiempo que cada uno llevara en esta situación; algunos meses, otros varios años, todos coincidían en que "el centro es un soplo de aire fresco para ellos y para nosotros", a pesar, aseguraron, de que "mucha gente no es consciente de lo que se hace aquí, incluyendo gente que viene al centro. Aquí no se viene a aparcar al enfermo, sino a trabajar con él, a mejorar su condición de vida".

Claudio lleva a penas un mes llevando a su madre a la asociación astorgana, y en este corto periodo de tiempo se ha dado cuenta de que "ocultar la enfermedad no beneficia, al contrario. Mi madre era de echar la tarde viendo la tele, y eso le hacía encerrarse mucho". Y es que, todos creen que «la motivación y las rutinas» en los pacientes son "necesarias". "En el centro pueden desarrollar las facultades que aún les quedan", relataba otra mujer a la que la evolución de la enfermedad de su progenitora cambió su vida y la de toda su familia, hasta el punto de tener que trasladarse todas las hermanas a la residencia familiar. Para ella y para su madre, afirmó, el centro astorgano es "imprescindible". "Me permite que compaginar el trabajo con la familia, y a ella, que siempre ha sido muy activa, poder hacer cosas". 

La experiencia de Herminia en el centro se remonta siete años atrás, y solo tiene palabras de "agradecimiento" y elogios tanto al personal de la asociación como para todos los trabajadores, "que son las mejores joyas que puede haber, por su trabajo, por su cariño y por su comprensión. Nos permiten vivir. Es una pasada lo que se hace aquí".

Pepe 'el maño' confesó que la situación con su mujer, otra usuaria del centro, le sumió en una profunda depresión que después de un tratamiento ha podido superar, pero también "gracias" a la Afa, porque "aunque al principio no quería venir porque era alérgica a separarse de todo, ahora está encantada". A Pepe le cambió la vida entonces, pero también después de buscar y encontrar la ayuda adecuada; tanto que "antes no quería hablar con nadie y ahora les busco, y de tener que hacer el trabajo a hacerlo con ganas y con satisfacción como lo estoy haciendo, la cosa cambia. Incluso es más fácil la comunicación". Otras dos usuarias, en este caso anónimas, explicaron situaciones similares con sus maridos. Y es que, los casos de esta enfermedad no difieren unos de otros en cuanto a los síntomas: pérdidas de memoria, sobre todo a corto plazo, cambios en el comportamiento, etcétera. Pero la manera de abordarla es la que marca la diferencia; y a ellos no les cabe ninguna duda de que acudir al centro astorgano les ha "cambiado la vida" a ellos y a los usuarios. Por eso reclaman más empatía desde las instituciones, en forma de ayudas y subvenciones, "porque esto es algo necesario y a cualquiera le puede tocar".