pedro-lechuga-mallo2.jpg

Continúa el teatro en la casa Botines

22/02/2018
 Actualizado a 14/09/2019
Guardar
Los medios de comunicación locales se han hecho eco de que este fin de semana han comenzado las visitas teatralizadas en la Casa Botines, aunque si lo pensamos bien, los titulares que hemos podido leer y escuchar no son del todo correctos porque los hechos han demostrado que el teatro en esa casa comenzó hace muchos años. Pero lo más curioso de todo, es que no sé si sería la misma compañía teatral o no, pero en el resto de cajas y bancos, o de bancos y cajas de nuestra querida España, como ustedes prefieran, se estaba escenificando la misma obra de teatro.

El desenlace final de esta obra de ámbito nacional ya lo sabemos a día de hoy, aunque pocos, por no decir nadie, se atrevió en su momento a hacer un spoiler que sirviera de aviso a navegantes sobre la sinopsis de dicha trama, que según como se mire podría tener tintes cómicos, de intriga o de terror.

Dejando a un lado el acierto de esta iniciativa de la Fundación España Duero, me tendrán que reconocer que da para muchos sainetes e incluso para algún meme que otro. En el primero que pienso es en Antonio Gaudí, al que no sé lo que le parecería que su edificio acabara como atrezo de un vodevil protagonizado por políticos, sindicalistas y demás fauna ibérica y aplaudido y reído por el populacho, entre los que, aunque nos pese, estamos la mayoría. Porque todos nosotros también participamos en la obra de teatro en la que no dudábamos en acariciar al torito de nuestra caja cuando pedíamos hipotecas a lo loco o solicitábamos todo tipo de colaboraciones a su obra social. Y resulta que ese animal que nos parecía manso e incluso gracioso, luego se convirtió en un morlaco de cuidado que al verse acorralado no paró de empitonar a todo bicho viviente. Aunque también es cierto que ‘parajodas’ de la vida, pero la mayoría de los que estaban vestidos de luces en el ruedo salieron ilesos huyendo por chiqueros, para que posteriormente el toro saltara al tendido y se ensañara con el respetable, que hasta ese momento ejercía de perfecto extra en dicha historia.

También estaría bien poder preguntarle a Gaudí si alguna vez pensó que su proyecto en León capital acogería una cafetería, como parece ser que así sucederá en breve. No es que la vida dé vueltas, es que en ocasiones da piruetas con varios saltos mortales incluidos. Un edificio a donde antes se entraba a pedir miles o cientos de miles de euros, ahora se entrará para pedir un café.

Pero volvamos a los personajes que darán vida todos los sábados a la Casa Botines. Los visitantes también se encontrarán con Leonarda Lescún, mujer de Mariano Andrés, uno de los propietarios del edificio y de su tienda y almacén de telas. Y es que me reconocerán que otra cosa no, pero las historias vividas dentro de esas paredes dan para hacer unos cuantos trajes a los actores y actrices de reparto. Eso sí, aunque en un principio pudiéramos pensar que había variedad cromática y de actuación, nos hemos topado en que da igual que fueran vestidos de azul, rojo, verde u otra tonalidad, ya que los colores no eran más que un disfraz, que por desgracia se fueron decolorando hasta llegar al negro funeral.

También podremos escuchar a un dentista que pasaba consulta allí y que no se imaginaría los dolores de muelas que se fraguarían en ese edificio años después y que según los casos se han podido solucionar con una extracción o escapada a tiempo, llámenla como prefieran, pero que en otros todavía sigue latente, sin saber todavía el diagnóstico final.

Y por último, el portero del edificio nos podrá contar los entresijos de los visitantes de esa época, aunque seguro que más de uno preferiría que el personaje fuera el portero de los últimos años para que nos contara las idas y venidas de unos y unas y de otros y otras.

Y ya puestos a apostar por las visitas teatralizadas en nuestra ciudad, echémosle arrestos y pongámoslas en marcha en otros edificios históricos. Y aunque sólo sea por cercanía y quizás porque pueda venderse una entrada conjunta, sería interesante también una visita teatralizada al Palacio de los Guzmanes, donde el público pudiera elegir en una máquina del tiempo si prefieren retroceder varios cientos de años o no tanto... Y quién sabe, quizás consigamos que León sea también la Capital Española de las Visitas Teatralizadas.
Lo más leído