Confrontación inteligente

No hay consenso en Barcelona para levantar un monumento a Don Quijote y a Sancho en la Barceloneta, lugar donde ocurrió la famosa derrota del Caballero de la Mancha, a manos del de la Blanca Luna, quien le impuso el castigo de abandonar sus aventuras y regresar a la aldea. Cinco capítulos (del LX1 al LXVI ambos inclusive) dedica Cervantes a contar las aventuras de sus héroes en la Ciudad Condal, donde descubren la imprenta y presencian un combate naval, agasajados por el rico Don Antonio Moreno.

Tampoco hay consenso en cómo llevar el enfrentamiento de los separatistas con el Gobierno. El ex honorable ex presidente: Sr. Puigdemont, propone «la confrontación inteligente». Y aclara: «Es la vía democrática menos segura, la más incierta». Con lo que, así, a primera vista, estas palabras pronunciadas en la Prades, por el presidente del Consejo por la República Catalana, y exiliado en Waterloo, y dirigidas principalmente a los de ERC, no se comprenden. Pero añadió: «No estamos dispuestos a asumir el grado de confrontación y ruptura con el Estado, porque provoca dolor y sufrimiento». Y ahora sí que se entiende.

Políticos catalanes aventajados del momento, mantenedores hoy de ese Gobierno, ERC, PSC, y BComú, son los que han rechazado la instalación de un monumento a Don Quijote en la Barceloneta, Las razones del rechazo vale más no sacarlas a relucir ahora, justo cuando todos ellos acaban de apoyar los presupuestos de ese Gobierno central, presidido por el Sr. Sánchez.

Miren ustedes por dónde, de haber sabido don Quijote que el caballero de la Blanca Luna, era su vecino Sansón Carrasco, y que le iba a pedir su vuelta al pueblo dejando su loca aventura, tal vez no hubiera aceptado entrar al trapo. Aunque, si lo hizo fue por «precedencia de hermosura». Y es que, además de «provocar dolor y sufrimiento»existen otros motivos para hacer una cosa u otra con el prójimo.

Tal vez hubiera podido escuchar a algún Puigdemont de entonces que le advirtiera: No te enfrentes con ese caballero de la Blanca Luna, que no está a tu altura como soñador. Las confrontaciones deben ser siempre inteligentes, a no ser que la inteligencia no sea la única medida de la realidad. Pero el caballero, engañado por su mentor catalán Don Antonio Moreno, (su Picodemonte) que lo cobijó en su casona del paseo de Colón, y le mostró el secreto de la cabeza de bronce parlante, lo empujó a enfrentarse con su destino arrojándolo en los «abismos del silencio» (Capítulo LXII El Quijote 2ª parte).

Las confrontaciones inteligentes es lo que tienen: que si las ganas eres un héroe.