¿Conclusiones?

El mismo debate se recupera cada 23 de abril sin que nadie renuncia a la festividad y sin que los número que se desprenden de los estudios sociológicos creen efecto alguno en las políticas de ninguno de los partidos que se encuentran en campaña

Cuando el debate gira en torno a la identidad, todo cabe pues se entra en el terreno de lo personal
23/04/2019
 Actualizado a 17/09/2019
Todos los años, tal día como hoy, se repite un debate que, obviamente, este año va a resultar más tenso, porque todo se tensa cuando llega la campaña electoral, y esta vez vienen dos seguidas... y con una Semana Santa por el medio. El debate que se repite cada 23 de abril es el sentimiento de comunidad, el hacer Castilla y León, si se trata de una región creada de forma abrupta (decir de forma artificial sería poco menos que redundante) por dos regiones históricas que nunca han llegado a integrarse del todo. El debate llega al sentimiento, y en ese punto cabe todo porque entramos en el terreno de las apreciaciones personales. «Antes luchábamos por conquistar la libertad, pero ahora algunos luchan por la identidad»,es uno de los axiomas más repetidos entre aquellos que pasaron por el periodo más delicado de la política española y que ahora ven cómo las preocupaciones giran más bien en torno a si uno se siente leonés, castellano, catalán, español... si sentirse una cosa tiene que excluir necesariamente sentirse otra... o los que no tienen la necesidad de sentirse miembros de ninguna identidad colectiva. Lo cierto es que hoy se celebra el Día de Castilla y León, se debate si debería ser fiesta o no en esta provincia pero nadie renuncia al descanso (salvo los políticos que están en campaña, claro) y el Socyl (Asociación Profesional de Sociología de Castilla y León) dice que aquí sólo uno de cada tres leoneses confiesa sentirse castellano. ¿Conclusiones?
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