Con las avellanas por las nubes

Estos son días de fiesta en Matanza de los Oteros, donde sus vecinos honran a la Virgen del Rosario, esa a la que llaman La Cañamona y que sabe a tradición

T. Giganto
07/10/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Un puñado de avellanas al aire en mitad del reparto. | T.G.
Un puñado de avellanas al aire en mitad del reparto. | T.G.
Poco antes de las cinco de la tarde, los vecinos de Matanza de los Oteros salían este sábado de casa con una bolsa vacía y un martillo de madera. Con la misa de vísperas en la ermita de la Virgen del Rosario reciente, emprendían camino hacia casa de la mayordoma, que bien se sabía cual era por la dirección que todos tomaban y por los barreños copados de avellanas que reposaban a sus puertas, abiertas de par en par y dispuestas para la celebración de una de esas tradiciones que atesoran en el pueblo como oro en paño. Mientras la dulzaina y el tamboril ponían el ritmo, comenzó el tradicional reparto de avellanas. Por cada hermano de la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen del Rosario, una mortera, y de vez en cuando un puñado de ellas se lanza al aire. Los más ágiles se agachan al momento para recogerlas y así, entre avellana y avellana, también cae algún que otro trago de vino para completar la faena de una tarde con mucha solera.

Es este uno de los momentos más especiales de las fiestas de La Cañomona en Matanza de los Oteros donde, desde el viernes y hasta el martes, vecinos y visitantes disfrutan de unos días de convivencia con sabor añejo. Con este van 423 los años que la citada Cofradía saca adelante la tradición del reparto, un acto que encabeza su mayordoma. El honor de ostentar este cargo ha sido esta vez de Rocío Gómez, la segunda mujer que tiene tal privilegio. Hasta el año pasado era cosa de hombres pero han sabido bien en Matanza conjugar la tradición con los nuevos tiempos.

Las fiestas de La Cañamona continúan este domingo con actos destacados como el toque de diana y la parva, la procesión de la patrona que pone nombre a la Cofradía, actividades para los niños y teatro. Mañana más con misa de difuntos y baile de disfraces y el martes, fin de fiestas con buen sabor de boca, el que les dejarán las populares patatas con carne que serán servidas para una vez más despedirse de la fiesta hasta el año que viene.
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