Con la arquitectura

De una forma u otra el sector inmobiliario ha estado en el centro de las dos crisis recientes. La de 2008 además de financiera fue la del ladrillo, o viceversa, mientras que el confinamiento por la pandemia de coronavirus ha hecho replantearse la vida a millones de españoles, con una mirada exhaustiva a las casas en las que habitan. De este modo la arquitectura y el urbanismo han vuelto a presentarse como disciplinas con gran capacidad para transformar la sociedad. Todas estas ideas han pasado estos días por el foro ‘Territorios Resistentes’ de Sahagún, que ha analizado en profundidad los cambios que necesitaría el mundo rural, pero también el urbano, en busca de mayor sostenibilidad medioambiental y calidad de vida. Entre las propuestas está la del arquitecto Óscar M. Ares, comisario de la XV Bienal de Arquitectura y Urbanismo (Beau), que expuso en la villa facundina el retorno a técnicas y materiales tradicionales como una forma de dinamizar el entorno y crear espacios integrados y amables con sus moradores. En León hay muchos caminos para poner en práctica este tipo de propuestas y, sobre todo, mucha necesidad de crear oportunidades.