11/12/2020
 Actualizado a 11/12/2020
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Les prometo que en esta ocasión estaba dispuesto a hablar de una buena noticia, quizá la mejor noticia para León en muchos años, como podría haber sido la elección como sede del Centro Europeo de la Ciberseguridad.

Pero al final, como en tantas otras ocasiones, en León nos quedamos ‘compuestos y sin novio’, recibiendo a última hora del miércoles la noticia de que la Unión Europea había elegido finalmente a Bucarest y sumergiéndonos un poco más en la desesperanza que nos invade.

Desde hacía unos días se barajaba que las ciudades que más votos se llevarían serían León, Varsovia o Vilna, pero nada más lejos de la realidad. León consiguió 2 de los 27 votos posibles, siendo uno de ellos el de España y otro posiblemente el de Portugal. Las quinielas volvieron a fallar radicalmente y para sorpresa de muchos, Bruselas quedó en segunda posición en su insaciable acopio de estructuras europeas.

Rumanía sin duda lo ha conseguido por méritos propios, como demostró ganando el año pasado el concurso europeo de ciberseguridad (en el que España quedó la 13) pero cada uno tiene que hacer un análisis de lo que ha hecho bien y ha hecho mal.

Nosotros conocemos qué es León y todo lo que podía ofrecer frente a capitales europeas con aeropuertos internacionales. Siempre hablamos de lo ‘amable’ que es nuestra ciudad para vivir, la calidad de vida… además del Incibe, el Scayle… pero no solo es eso. León habría sido un gesto hacia las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías para poder deslocalizar la industria del futuro de las grandes ciudades europeas, parando la sangría de despoblación que padecen grandes regiones del viejo continente.

La candidatura de León nunca estuvo suficientemente respaldada institucionalmente y como muestra de ello, ni Pedro Sánchez ni el Eurodiputado leonés tuvieron la deferencia de acercarse hasta León para arropar el proyecto. Como en tantas otras cosas, el tema se quedó en una foto de interés meramente político y provinciano, en este caso monopolizada por cargos del PSOE, un emotivo vídeo bien hecho, unas adhesiones extemporáneas y alguna recogida de firmas ‘online’ con dudoso origen y fin.

No nos engañemos, este tipo de decisiones se cocinan en Bruselas a otro nivel y todo el que conoce el complejo funcionamiento de las instituciones europeas, sabe el peso que tienen diferentes lobbies a los que no les ofrece ninguna garantía que en España exista un Gobierno sociocomunista sustentado por un partido contrario a la idea y supervisión de la Unión Europea.

Tampoco se puede entender que un ‘leonés’ como Zapatero, al que tenemos que agradecer la creación del Incibe (Inteco), en lugar de aprovechar sus posibles contactos en Europa para hacer presión por la candidatura de León, dedique su agenda más reciente a retratar su amistad con dictadorzuelos bolivarianos por Latinoamérica.

Algún político pasará rápidamente de página, mientras los leoneses seguiremos aquí consumiéndonos.
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