Como putos cencerros

Cuando Milio bajó para León —después de 15 años enfoscao entre nieve como último vecino de Piedrafita junto a la su Pilar— su mejor entretenimiento era sentarse en un banco de la Serna a ver pasar la vida. Allí nos reuníamos a repasar acontecimientos.

Milio era un hombre de razón. Sólo tuvimos un enfrentamiento pero fue duro porque no le entraba en la cabeza lo que había hecho. Le hice un reportaje como Robinson entre la nieve, subido a su caballo, y por aquellas cosas de las medidas de la foto el animal salió con las patas cortadas.

- ¿Todavía te atreves a venir por aquí con lo que has hecho?

- ¿Qué hice?

- ¿Cómo se te ocurre cortarle las patas al caballo?

- Pues o le cortaba las patas al caballo o la cabeza a tí. No hay otra.

- Pues córtame la cabeza. Es de razón.

Y me daba una explicación. «Me cortas a mi la cabeza y me puedo defender, te tiro al río, por ejemplo ¿Pero, cómo se defiende el caballo?

Lo que os digo. Un hombre de razón.

Pues cuando le dio por sentarse en elbanco fue por cuando al correr le daban en llamar ‘runin’ o no sé qué. YMilio los veía pasar y me comentaba:

- No van para ninguna parte, pero van con prisa.

- ¿Cómo sabes que no van a ninguna parte?

- Porque vuelven dentro de un rato como iban. Y, lo que es peor, tampoco va nadie detrás de ellos;ni los guardias, ni el del banco, ni la mujer... nada.

Ahora me acuerdo de él. Estoy en el corral —llámale jardín, que hay veraneantes—y no hace más que pasar gente con cacha, a casi 40 grados, sudando ya antes de salir.

- Perdón, ¿a dónde van?

- Al monte.

- ¿A qué monte?

- Es igual, es por sudar.

Y al rato vuelven, como fueron, no iban a ninguna parte, que diría Milio. Si le sumas los de las bicicletas, que vuelven por donde fueron, a plena canícula, que suda uno hasta por jurar...

Perdonad que os lo diga, pero estáis como putos cencerros.