Como los de ‘V’

La verdad es que recorriendo el sur de esta provincia uno se puede sentir como si estuviera en Pensilvania, estado productor de maíz de Estados Unidos con un paisaje muy particular, al que cada vez se parece más el de aquí por efecto del monocultivo. Si no me creen cojan el Google y dense una vuelta por allí y luego, por poner un ejemplo, recorran la carretera entre Laguna de Negrillos y Villaestrigo. Comprobarán que básicamente cambia el estado del firme.

Y me acuerdo del regadío del sur de la provincia porque también me ha hecho añorar con tristeza a aquellos extraterrestres reptilianos que en los ochenta vinieron a invadir esta tierra, les hablo de los de ‘V’, por si algún malpensado ya creía que estaba dando la matraca con el personal de la Junta de Castilla y León. Pues no, hablo de los personajes de televisión porque los de la Junta no podrían ser, entre otras cosas porque si no han podido hacer nada antes, no me imagino yo ahora a ningún consejero o consejera haciendo como la extraterrestre Anna en aquella mítica escena que está grabada en las mentes de buena parte de mi generación y se puede ver en Youtube. A ellos, cada año, según la feria, se les puede ver subir a una cosechadora o un tractor –las consejeras siempre llevan cuñas para esto–, pero no se les verá con tanta facilidad subiendo a la cabina de una de las cuchillas que estos días limpian kilómetros y kilómetros de carreteras comarcales, ni se les verá fácilmente autorizando el laboreo o la quema controlada de rastrojos, ni mucho menos como hacía Anna, cogiendo delicadamente con dos dedos el problema por la cola y alzándolo con elegancia mientras se echa el cuello hacia atrás y se despegan los labios para devorarlo con satisfacción. No, no se verá, los topillos que se los coman otros porque tampoco les verán discutiendo con el perito del seguro agrario o hinchados y doloridos por la turalemia.