Cómo enseñar a los menores a usar Instagram (y controlarlos)

Fotografías posando frente al espejo. Junto a los amigos o amigas. Jugando al fútbol, en el parque o incluso en el colegio. Son posibilidades que cada día se pueden ver en el perfil de Instagram de miles de menores, que cada año se inician de forma más precoz en el uso de las redes sociales, y cada vez más en esta aplicación, en la que las imágenes son las estrellas de todos los que la usan, ya sean famosos en todo el mundo o colegiales que no han llegado a la pubertad.

Según la plataforma IS4K del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), el 53 % de los menores de 13 a 14 años tiene perfil propio en redes sociales, pero esto no quiere decir que sea una tendencia peligrosa si padres e hijos son capaces de llegar a acuerdos y aprender a utilizar Instagram de forma conjunta, implicándose todos en cómo usarlas lo mejor posible puesto que ya forman parte de la vida diaria de millones de personas en todo el mundo y, por tanto, hay que aprovechar sus ventajas. Pero también tener cuidado con los peligros que entrañan.

Por eso, desde esta plataforma se explica que es necesario plantearse ciertas cuestiones, como si es conveniente crear una cuenta privada, con lista cerrada de amigos; limitar el tiempo de utilización; ver qué tipo de contenidos se comparten;comprobar la privacidad; y supervisar las posibilidades de compra y la publicidad.

Por todo ello, es recomendable que padres e hijos abran juntos el perfil en la red social, configurando las opciones de privacidad y negociar qué clase de contenidos va a compartir o qué tipo de imágenes puede utilizar como foto de perfil. También es bueno crear una contraseña segura y explicarle la importancia de no compartirla con nadie excepto con los propios padres. Debe saber que es por su seguridad, nunca para entrar sin su permiso.

También es recomendable establecer una rutina de supervisión, incluso conversando acerca de la red, quién ha solicitado su amistad, qué fotos o vídeos ha colgado o qué han publicado sus amistades. Además, se puede normalizar la conexión a la red social en presencia de los adultos, incluso delante de los padres, pero siempre con respeto para mantener la confianza entre mayores y pequeños. Quizá lo más importante es establecer unas normas familiares para que se tengan que cumplir puesto que el móvil pueda ser un recurso de apoyo.