Cómo doblar una bolsa

Extiéndala sobre una mesa u otra superficie plana de forma que quede perfectamente alisada y las asas una en frente de la otra. Sujetándola por un extremo, pase la otra mano por encima del género para acabar con arrugas, pliegues u otras bolsas de aire que hubieran podido formarse al extenderla. Cogiéndola por un extremo de un asa y el extremo opuesto del fondo, realice sucesivos pliegues de manera que forme una única banda de un tamaño proporcional al tamaño de la bolsa. Con la banda extendida y alisada, tire desde una de las esquinas del fondo hacia el lado del opuesta, siguiendo la bisectriz, de manera que se forme un pico o esquina. Entonces, doble ese pico hacia arriba de manera que vuelva a tener a la vista las dos esquinas. Ahora tire de la esquina contraria a la del primer paso de nuevo hacia el lado opuesto de forma que ahora el pico esté en el lado contrario al inicial. Repita la operación hasta conseguir que el pico ascienda hasta el inicio de las asas. Entonces forme otro pico con las asas e introdúzcalo en el espacio que se habrá formado a los pies de las mismas. Tendrá entonces un triángulo de plástico más o menos irregular, dependiendo de la habilidad con la que se haya realizado todo el proceso.

Puede repetir la operación con todas las bolsas que tengan en casa y el día 23 de abril acudir hasta una famosa tienda de muebles que hay en Asturias y comprar un cacharrito muy útil agujerado donde echar todas el bolsas para que queden bien recogiditas. Si se lo propone, aunque aquí no le demos las instrucciones, también puede fabricar usted su propio ‘comebolsas’ —serviría una simple caja—.

Son planes relativamente baratos y sencillos para realizar cualquier jornada del año, pero por simples que puedan parecer son mucho más útiles y gratificantes que los que se vuelven a escuchar desde alguna parte de una comunidad autónoma que no sé donde miente más, si en lo de comunidad o en lo de autónoma.