Cómo cuidar tus manos en invierno

L.N.C.
18/02/2020
 Actualizado a 18/02/2020
Cuando llega el invierno, muchos de nosotros tomamos medidas específicas para invernar nuestras casas y coches para prepararnos para la próxima temporada. Dependiendo de en qué zona vivas, puede que tengas que cambiar el aceite y el anticongelante al coche y asegurarte de que las tuberías de tu casa están bien aisladas para que no se revienten por el frío.

Pero igual de importante es prepararnos a nosotros mismos para el frío, y nuestras manos son una de las zonas que más intensamente quedan afectadas por los efectos del invierno. Así que es importante saber cómo cuidar nuestras manos en invierno. Especialmente si eres propenso a la sequedad.

¿Qué le pasa a tus manos durante el invierno?


Cuando se acerca el invierno, puede que empieces a notar que tus manos se agrietan, están doloridas y frías como el hielo. Condiciones como la piel seca, áspera y escamosa son una señal segura de que el frío te está afectando.

También puedes notar que la piel muerta tiende a acumularse más rápidamente, y que las ronchas de piel áspera parecen estar por todas partes. Esto se debe a que en el invierno la tasa de renovación celular se ralentiza, lo que produce una piel estropeada y apagada.

La intensa pérdida de agua puede producir profundas grietas, y las fisuras en la piel pueden ser extremadamente dolorosas e incluso conducir a una infección.

¿Por qué se secan las manos?


El aire seco del invierno es la principal razón, y la más obvia, pero no es el único agente secante al que te enfrentas. Los radiadores y las calefacciones se usan casi constantemente durante el invierno, y definitivamente no ayudan con la situación de sequedad.

Las tareas caseras en las que las manos están expuestas a humedad constante y se secan rápidamente, como fregar los platos, o lavar el coche, termina siendo una combinación que deja sin aliento a tu piel, de mala manera.

Cómo cuidar tus manos en invierno

Tener las manos suaves y sanas en invierno puede ser un poco más difícil que en otras épocas del año, pero con la rutina de cuidado adecuada, no tiene por qué ser una tarea imposible.

Para evitar que tus manos se sequen, sigue las siguientes recomendaciones:

Usa una crema especialmente diseñada para hidratar intensamente las manos. En esta guía tienes las mejores opciones, es decir, que tienen buenos ingredientes y no contienen alcohol (un ingrediente secante). Lo mejor es que la apliques varias veces al día, antes de que sientas que necesitas hidratación. Por la noche, puedes aplicarte una buena capa de crema, y colocarte unos guantes de algodón para sellarla y que actúe durante toda la noche.

De vez en cuando utiliza tratamientos especiales, como máscaras y sueros para hidratar la piel áspera e hidratar las cutículas.

Cuando hagas tareas como lavar los platos, asegúrate de usar guantes de goma en los meses de invierno para retener la humedad que ya tienes.

Limita la exposición al calor intenso, algo que también incluye las duchas y baños muy calientes. El agua caliente despoja a la piel de sus aceites naturales. Utiliza agua tibia en su lugar.

Cubre tus manos con aceite antes de bañarte. Esto ayuda a proteger tus manos de los jabones fuertes y el agua caliente. Una vez que termines el baño o ducha, aplica una crema hidratante mientras tu piel está todavía húmeda para ayudar a retener la humedad.

Utiliza jabones suaves o con ingredientes humectantes para evitar que la piel se reseque. Los jabones suaves de glicerina son los mejores.

Añade humedad a tu hogar. Usar un humidificador o simplemente poner un tazón de agua cerca de los radiadores puede añadir humedad al aire de tu casa.

También es importante mantenerse hidratado por dentro, así que no olvides beber 2 litros de agua al día.

El aire helado y los vientos fríos pueden secar las manos. La forma más fácil de protegerlas es usar guantes. Lleva algunos pares de guantes en el bolso, en el coche, en la puerta de entrada, etc. para tener siempre un par a mano. Y sino, ponte protector solar en ellas para protegerlas de los daños del sol.

Tus manos también pueden beneficiarse de tratamientos profesionales de exfoliación. Específicamente, las exfoliaciones suaves que utilizan ácidos glicólico, láctico o ferúlico ayudarán a mejorar el tono y aspecto de tu piel, y complementarán los demás cosméticos que te apliques.

Puede parecerte mucho trabajo, pero en realidad no lo es. Y estos consejos, combinados con la hidratación diaria, especialmente después de lavarte las manos, te permitirán pasar la temporada sin que tu piel parezca una lija.
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