Colapso

22/10/2021
 Actualizado a 22/10/2021
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Tomando un café con un buen amigo saltó a la palestra el tema que lleva meses formando parte de muchas de mis conversaciones:

- «¿Y vosotros, cómo lleváis el tema de las materias primas?».

- «Antes decías qué caro y comprabas lo justo, ahora si tienes la suerte de poder encontrar, compras y da igual el precio porque no hay».

En agosto Alemania dio el primer aviso serio al difundir que las fábricas germanas tenían problemas de producción, en septiembre el Banco Europeo alertó de que la falta de materias primas puede disparar la inflación y la semana pasada el Instituto Nacional de Estadística confirmó que la luz subió un 44% en el último año, las gasolinas un 42% y la inflación en septiembre se situaba al 4%.

- «Pero, ¿qué vamos a hacer?».

- «No lo sé, pero se viene una cojonuda».

- «No somos conscientes».- Sentencié yo.

Los precios se han disparado, hay una falta de plásticos y materias primas generalizadas en todo el mundo y la crisis energética no podía faltar a la fiesta.

Hablas con unos de un sector, hablas con otros de otra actividad totalmente opuesta y desde hace meses se percibe que el tejido industrial está enfermo. Y esto se nota ya a pie de calle, si tienes que llamar al fontanero, al albañil, al pintor o hacer una obra en casa es muy probable que te den plazos ingentes. Si compras un coche los plazos de entrega son de más de seis meses y llevar el coche al taller ya no es tan rápido como antes (el de una servidora lleva dos semanas y a fecha de escribir esta columna aún no sabe cuándo se lo podrán entregar y, sobre todo, si se lo van a entregar arreglado. Sí, arreglado, lo que se presupone que debe estar entre los derechos más básicos de un cliente. Pero esta historia da para otra columna).

Dice el refranero español que «das la mano y te cogen el brazo» quizás China nos han cogido hasta los pies y nos ha atado.

No puedo finalizar esta columna sin recalcar que no soy experta financiera. Este texto se ha escrito desde la experiencia personal, profesional y los datos estadísticos, no desde un conocimiento 360º económico e industrial. Si bien es cierto que no hace mucho un buen amigo me dijo: «Para enterarte de lo que pasa, vete al bar, no hay nada más real». Y qué razón.
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