Ciudad Encantada 21 - Abanca Ademar 24: 'Paso de gigante desde la defensa'

Simonet lidera un parcial de 0-3 en los últimos 5 minutos, a los que se llegaba con 20-21 y sin que ningún equipo se hubiera ido de más de tres, para permitir al conjunto leonés asaltar El Sargal

Jesús Coca Aguilera
10/02/2018
 Actualizado a 11/09/2019
Biosca se dispone a detener un contraataque a Dutra, a quien amargó durante todo el encuentro. | JAVIER QUINTANA
Biosca se dispone a detener un contraataque a Dutra, a quien amargó durante todo el encuentro. | JAVIER QUINTANA
Quedaban cinco minutos para el final y los puntos parecían destinados a jugarse en un cara o cruz. 20-21 ganaba ahí el Abanca Ademar al Cuenca tras un encuentro tremendamente igualado, en el que ninguno de los dos equipos había logrado mandar por más de tres goles, y en el que las defensas y las porterías habían brillado muy por encima de los ataques estáticos.

55 minutos de gran esfuerzo y entrega que había que hacer buenos en el tramo final. En la hora de la verdad. En el momento de los ‘grandes’, en el que apareció la mejor versión ademarista y una vez más fue decisivo Simonet.

El central argentino tiene ‘ángel’ en estos tramos finales. Da igual que con anterioridad no hubiera estado brillante, dirigiendo mejor al equipo durante muchos minutos un buen Rodrigo. Cuando ‘se juegan las castañas’, él aparece. Así, tras poner Juanjo (descomunal junto a Carou en el centro de la defensa) el 20-22 y estrellarse en el palo el lanzamiento de un Thiago que acaparó el protagonismo en el ataque posicional del Ciudad Encantada (se jugó 14 lanzamientos, seis de los cuales acabaron en el fondo de la red), dos goles seguidos del argentino lideraron el parcial de 0-3 con el que el Abanca Ademar lograba su máxima renta del partido y sentenciaba su triunfo.

Cuenca se puso 3 arriba a los 10 minutos con un parcial de 6-1, pero el Ademar paró la sangría con Carou y Juanjo enormes atrás El primero, de listo, lanzando rápido y pillando despistada a la defensa tras recibir el balón en un golpe de franco. El segundo, cuando la exclusión de Thiago obligaba a Lidio Jiménez a retirar la mixta que acababa de colocar sobre él. Tras marcar sólo uno de sus primeros cuatro lanzamientos, Simonet anotaba los dos decisivos, que provocaban que los dos puntos se volvieran para León con el 21-24 final.

Se convertía así la escuadra ademarista en la primera en ganar este año en El Sargal, donde hasta ahora el Cuenca sumaba sus partidos por victorias, y daba un paso de gigante en la lucha por la segunda posición al dejar a un rival que por méritos propios había que considerar ya directo a cuatro puntos más el ‘goal-average’.

Un triunfo de oro y marcado por los detalles. Como la sensacional actuación en la portería, tanto de Cupara en la segunda mitad como en la primera de Biosca, que dio el susto al lesionarse en un tobillo que se torció visiblemente al detener un contraataque, si bien tras retorcerse de dolor en el suelo en los primeros momentos llegó a salir aunque renqueante en un siete metros.

O la falta de acierto precisamente en los penaltis del Ciudad Encantada, que dispuso hasta de siete penas máximas (por ninguna del Ademar) pero vio cómo en dos ocasiones Cupara y en otras dos Biosca impedían el gol.

Cupara y Biosca (que se lesionó en un tobillo) rindieron a gran nivel y amargaron al Cuenca, a quien detuvieron 4 penaltis También el paso adelante de jugadores como David Fernández, Rodrigo, Jaime, Gonzalo o el propio Biosca, que no dejan de crecer a lo largo de la temporada y fueron decisivos en diferentes tramos del encuentro.

Pero, por encima de todo, por la excepcional defensa. Si ante el Cangas el 5-1 rompió el partido, en Cuenca el 6-0 se convirtió en un muro inexpugnable con dos colosos como Carou y Juanjo ejerciendo de guardianes en el centro.

Fue la vía que encontraron los leoneses para rehacerse de un mal inicio en el que las cosas llegaron a ponerse peliagudas. Porque, a los 10 minutos, Guijosa tenía que parar el partido tras un parcial de 6-1 que colocaba al Ciudad Encantada tres arriba (6-3).

Sirvió el toque de atención, pues tras él se volteó un partido que ya no tuvo nunca más color local, llegando un parcial de 2-7 que incluyó uno de los goles de la temporada, convertido por Mario tras recibir un pase de Biosca desde su portería y lanzar de espaldas en el aire.

Se ponían 8-10 los leoneses, que a partir del 10-11 (se fueron 11-12 al descanso) irían ya siempre por delante hasta el final. Eso sí, con cortas ventajas, porque cada ataque estático era un suplicio abocado una y otra vez al aviso de pasivo, con Leo Maciel agigantándose en la portería y la defensa local jugando con una gran agresividad, saliendo a contactar a nueve metros y provocando que nadie se sintiera cómodo en una primera línea ademarista en la que Guijosa probó prácticamente de todo.

Desde el 10-11 el Ademar fue siempre por delante, aunque salvo con el 17-20 siempre por uno o dos hasta el tramo final Así, el intercambio de goles se sucedía. La efectividad de todos los extremos leoneses servía para dar aire al ataque visitante. Las penetraciones de Xavi Castro o la aparición de secundarios como Rafa López, Nolasco o Perovic sacaba las castañas del fuego al Cuenca ante la poca efectividad de sus estiletes Dutra, Thiago o Vainstein.

Y el choque, tras reaccionar Cuenca con dos goles seguidos al intento de escapada de un Ademar que en el minuto 48 se había puesto por primera vez tres arriba (17-20), se decidía en ese final de infarto en el que tuvieron más acierto los leoneses.

Donde casi todos caerán, los leoneses salieron victoriosos. Y con el inesperado empate en casa del Guadalajara ante el Teucro, el premio es colocarse en solitario en el segundo puesto. Con todo lo que ha llovido y pese a los pinchazos sufridos, el Ademar se coloca ya en un puesto que espera no soltar.
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