De piropos a una amenaza de violación
"Volviendo a casa en el bus, se subieron 4 chicos borrachos un poco más mayores que yo. Se bajaban en la misma parada, la cual está al lado de un parque poco iluminado. Desde que me levanté y me puse en la puerta para bajar, me rodearon y empezaron a decir piropos, los cuales ignore. Me bajé y comenzaron a seguirme hacia mi casa, rodeándome lo cuatro, dos adelante y dos detrás. Siguieron con los piropos, hasta que uno se bajo los pantalones y los calzoncillos diciendo que me iban a violar. Les ignoré y continúe andando, ellos se dieron la vuelta, por suerte. Mientras me alejaba, comenzaron a insultarme llamándome guarra, puta, fea... ¿Dónde quedaron esos piropos de antes?", relata María, de 23 años, cuando le sucedió este episodio tenía 15.
Pensar en qué ponerte para que no te molesten
"Algo que me pasa desde pequeña y sigue pasándome es tener que decidir qué ponerme para salir a dar un paseo, porque se que si me pongo escote, minifalda o pantalón corto algún hombre me va a mirar o voy a escuchar un comentario fuera de lugar. Puede parecer una tontería, pero nos hemos criado con la mentalidad de pensar en lo que te vas a poner antes de salir para no vivir situaciones incómodas, porque si las vives luego es por tu culpa", cuenta Tamara, quien además añade otra situación recurrente para ella y para muchas mujeres: "Salir de fiesta con un top y que un chico te agarre o te toque sin tu permiso", lamenta la joven de 26 años.
Que un hombre te siga
"Ir de noche por la calle, que un hombre te empiece a seguir y salir corriendo hasta que llegas a tu casa", relata Marta, quien tiene 20 años.
El miedo a que te pase
"Estar sola y que un grupo de chicos empiece a silbarte, llamarte cosas por la calle y tener miedo de que puedan hacer algo más", recuerda Laura de 30 años.
Si te quejas, estrecha
"Estar en una discoteca y que te toquen sin tu consentimiento, y además si te quejas o les dices algo te dicen que eres una estrecha", se queja Paula, joven de 17 años.