Chuchi el de La Ercina, el luchador que murió héroe

El joven deportista falleció en un accidente por salvar a un compañero sabiendo que corría un serio peligro

Fulgencio Fernández
06/07/2020
 Actualizado a 06/07/2020
Chuchi, a la derecha.
Chuchi, a la derecha.
El miércoles 6 de septiembre de 1962el corresponsal en León del ABC escribía: «Por emanaciones de gas han resultado muertos cuatro mineros en el Pozo el Peñón de la empresa de Esteban Corral» y al dar los detalles del accidente explicaba: «El pozo se hallaba abandonado desde hace más de tres añospero se pensaba en su reapertura por lo que tres productores llamados Valentín Sánchez Olazabal, Miguel Mier Fernández y Edencio Ferreras penetraron en él para llevar a cabo medidas de instalación y limpieza. Cuando comenzaron a notar la falta de aire se dirigieron rápidamente a la salida pero Valentín cayó desplomado y Edencio para tratar de ayudar a su compañero se quitó la careta y rápidamente quedó sin sentido. En vista de ello el tercer obrero, presa del pánico, se dirigió a la salida y dio aviso a Aurelio, hermano de Valentín, y a Jesús Antonio García Rodríguez, quienes penetraron en la mina sin mayor precaución pese al peligro, sin caretas. Cuando pocos minutos después penetró la brigada de salvamento encontró a los cuatro mineros muertos».

Era la crónica de otro accidente minero. Era la constatación del comportamiento heroico y arriesgado de Aurelio y Jesús Antonio, Chuchi para todos, queni siquiera buscaron máscaras por no perder tiempo. Los mineros incidían en que eran conscientes de que era muy peligroso... pero lo hicieron.

Chuchi entró a tratar de rescatar a un compañero siendo consciente de que corría un gran peligro, murió Así se truncó la vida y con ella la que se auguraba como una brillante carrera de luchador pues Chuchi el de La Ercina, pese a su juventud, ya había destacado y mucho, ya había ganado corros, había estado en la selección de la montaña, le había dado una recordada caída a Felipe León en Riaño... «Se le daban todos los deportes bien, jugaba al fútbol, hacía gimnasia, la gente del pueblo iba a verle entrenar en las eras», recuerda Leoncio García, ingeniero de minas y hermano de Chuchi.

- Pero, ¿cómo entró a la mina sabiendo el riesgo?
- Jamás me he hecho esa pregunta, se la respuesta, que Chuchi era así. Alegre, generoso, valiente, para mí un héroe. Siempre estaba dispuesto a dar un paso adelante para ayudar a los más necesitados . En mi cartera jamás ha faltado la foto de Chuchi y jamás faltará; explica este hombre que es un excelente a la lucha leonesa, que muchas veces se ha desplazado desde Madrid, donde vive, hasta León para ver algunos corros.

Su admiración por su hermano le llevó en 2012, cuando se cumplía el 50 aniversario del accidente, a crear el Trofeo Chuchi de La Ercina a la nobleza en la lucha leonesa; que han ganado luchadores como Héctor, Rubo, Ibán...

El grupo folk La Braña, autor del Romancero de la lucha, anuncia un nuevo trabajo y la principal novedad es que se incluye el Romance de Chuchi: «Dicen que la valentía / al igual que la nobleza / se inventaron en la mina / y en la lucha leonesa». Así comienza.

Los  7 hijos del Molinero de Garrafe fueron luchadores y molineros, uno entró a la mina y murió en accidente Es la historia de un luchador que murió héroe, un minero que luchaba. No han sido muchos los luchadores mineros en la larga historia de la lucha leonesa y con algunas tragedias por medio, como la de Chuchi y otra anterior, la de uno de los siete hijos del Molinero de Garrafe.

Todos fueron molineros y luchadores, como su padre, pero uno de ellos, Emiliano, molinero en Valdepiélago, entró a trabajar a la mina, aunque no le gustaba y había decidido dedicarse nuevamente por entero al molino pero en uno de sus últimos días de trabajo falleció en un accidente. Tenía 29 años y, según su hermano Gerardo, «era el más luchador de todos».

Los últimos mineros que lucharon fueron Getinín el de Mata, Manolín de Naredo y Marcones de Santa Lucía Otro minero luchador, recordado por su cadrilada y su tremenda fortaleza, fue Pedro Escudero, El Rubio de La Valcueva, al que en la lucha llamaban El Minero, pues no había más gente de este oficio por los corros de lucha. De gran prestigio en su comarca era como Quintín el de Acebedo, no le gustaba salir a luchar lejos de su pueblo. Escudero, que sacaba arriba con facilidad, fue quien protagonizó una recordada anécdota con el irrepetible Miguelín de Acebedo. Lo sacó tres o cuatro veces seguidas arriba y, al bajarlo, el pícaro luchador de Acebedo le dio un mordisco en la barbilla. Cuando Escudero le fue a pedir explicaciones Miguel se defendió: «Cuando me subiste la última vez te dije, último viaje, así que avisado ya estabas».

El luchador minero más recordado era El Rubiode La Valcueva, que no le gustaba luchar lejos de su pueblo Y ya en los últimos sí ha habido algunos mineros luchadores. El más destacado es, sin duda, Antonio Getino Bayón, Getinín el de La Mata, campeón de Liga en dos categorías, ganador de numerosos corros y uno de los grandes de la época dorada de medios. Trabajó varios años en la Hullera Vasco Leonesa y fue miembro de su Comité de Empresa. Otro trabajador de esta misma empresa fue Manolín el de Naredo, luchador racial como pocos, campeón provincial y, como Getinín, prejubilado de la mina.

Menos tiempo luchó, pero sí es muy recordado, Marco Antonio Martínez, de Santa Lucía, luchador de pesados de tremenda fuerza –antes había hecho atletismo– pero incapaz de ‘sujetar’ los nervios cuando se agarraba al cinto, lo que le llevó a dejarlo pronto.

Pocos mineros en la lucha. Pero muchas historias, algunas duras.
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