Chema Conesa: "Todas las fotografías tienen una historia detrás"

El fotógrafo de prensa murciano lleva su exposición ‘Retratos de papel’ al Palacín de León, donde podrá ser visitada hasta el 29 de noviembre y que reúne 60 fotografías de mediano y gran formato que son el reflejo de la época dorada de un país que se estrenaba en el uso de la democracia

Joaquín Revuelta
01/10/2020
 Actualizado a 01/10/2020
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El Palacín acoge desde este jueves y hasta el próximo 29 de noviembre la magnífica exposición ‘Retratos de papel’ del fotógrafo de prensa Chema Conesa, sesenta imágenes de mediano y gran formato que son la memoria gráficas de los últimos cuarenta años de este país, con especial incidencia en el advenimiento de la democracia que propició que España pusiera rumbo a la modernidad que hasta entonces le había sido negada, una época de bonanza económica y de libertades que se encuentra admirablemente reflejada en los retratos de personajes destacados de la política, el deporte, el arte, la ciencia, la cultura, que posaron despreocupados ante el objetivo de la cámara del fotoperiodista murciano, cuya actividad se desarrolló principalmente en los semanarios dominicales editados por El País y por El Mundo.

Al acto de inauguración de esta muestra organizada por la asociación León es Photo en colaboración con la Concejalía de Acción y Promoción Cultural del Ayuntamiento de León, la galería de arte Espacio _ E y Auth Spirit, acudieron, además del artista, el alcalde de León, José Antonio Diez; la concejala del área de Cultura, Evelia Fernández, y Mario Castro en representación de la entidad organizadora.

José Antonio Diez fue el primero en tomar la palabra para reiterar su compromiso con la cultura, más en estos tiempos difíciles que nos ha tocado vivir a causa de la pandemia provocada por la Covid-19 en los que la cultura y sus profesionales han sido un sector especialmente castigado. «La cultura no solo hay que enfocarla desde el punto de vista de aquello que nos aporta a todos los ciudadanos sino también lo que aporta a la industria cultural, esa industria a la que nosotros queremos potenciar y que de alguna manera sea otro motor y otro pilar básico de nuestro desarrollo», espetó el alcalde, para quien «las administraciones tienen que estar ahora al lado de un sector especialmente castigado poniendo todos los recursos posibles y disponibles a favor del mundo de la cultura para que de alguna manera no se pierda algo tan importante como es esa trayectoria y ese impulso que da a una ciudad en cuanto a su capacidad, en cuanto a su atracción también como es el mundo de la cultura».Por su parte, el fotógrafo murciano Chema Conesa, que por la tarde protagonizó dos visitas guiadas por la exposición para grupos reducidos de 25 personas, manifestó su sorpresa y satisfacción por el espacio elegido para albergar la exposición ‘Retratos de papel’. De su trabajo explicó que se desarrolló a lo largo de más de treinta años principalmente en dos periódicos de tirada nacional, El País y El Mundo, y más en concreto en sus suplementos dominicales. «Es la época dorada. Son todos retratos de prensa. El título de la exposición, ‘Retratos de papel’, alude a eso, retratos para ser publicados, y aquí se cuenta la historia de la Transición española y la relación de los fotografiados con la fotografía y con aquel momento», destacó Conesa, que recordó que «aquel fue un momento feliz donde gente famosa estaba estrenándose también en el uso de la democracia y eran mucho más permisivos, incluso con su propia imagen. Por eso podéis ver alguna foto en que parecen un poco irreverentes, pero realmente era aquella fantasía de querer participar en la fiesta de la democracia», argumentó el fotógrafo murciano, que tildó su trabajo de «profesional», al trabajar siempre para medios, respondiendo todas las fotografías a una idea previa y a una plasmación en un periódico, donde se tenía en cuenta dónde iba a estar ubicado el titular del artículo o la entradilla. Preguntado por la elección del formato cuadrado, si se trata de una necesidad de la publicación o si realmente le satisface como fotógrafo, Chema Conesa reconoció que se mezclan las dos cosas. «El formato me gusta y sobre todo produce un efecto diferente en el retratado. La gente que habitualmente hacéis prensa diaria vais con una cámara de 35 mm y enseguida el personaje como que le da menos importancia al hecho de fotografiar. Os recuerdo el hecho de que estas fotografías, que están hechas para revistas semanales, imponían por vez primera la obligatoriedad de que el retratado posase para el fotógrafo. Hasta entonces el máximo de credibilidad era hacer la foto al entrevistado al mismo tiempo que el periodista hacía sus preguntas, por aquella obsesión que había en aquel momento, al principio de la democracia, porque la gente creyese en la prensa. Cuando las empresas empiezan a ver que necesitan estos formatos para continuar en el tiempo la labor de información se añade también el momento del entretenimiento; es decir, que son fotos pensadas con un ‘leit motiv’, con un por qué y diseñadas desde una redacción pensando qué podemos hacer a tal personaje. Todas son consensuadas, obviamente. No se trata de fotografías robadas y el formato hace que el personaje comprenda que es más pesado, más lento, incluso que iluminar, cosa que teóricamente antes se hacía directamente con un pequeño flash adosado a la cámara. Pero aquí a veces hay trabajo de iluminación que te lleva más tiempo», sostiene Conesa.

La elección del entorno es otra de las cualidades de su trabajo artístico. En este sentido el fotógrafo murciano considera que se trata de un conjunto de cosas y pone el ejemplo de la imagen del pintor Antonio López sobre un paisaje de Madrid, que obedece a que el gran artista por aquel entonces se encontraba pintando un gran paisaje para la Asamblea de Madrid. «Le cité cerca del lugar en un sitio que tiene una vista de Madrid determinada pero que no es la que él estaba pintando. Todo tiene un por qué, todo tiene un ‘leit motiv’, todo tiene un toque periodístico siempre, porque la idea es juntar una imagen que de alguna forma cuente algo más sobre el por qué se hace ahí. Todas las fotografías tienen una historia detrás», asegura Conesa.

Chema Conesa reconoce que una de las fotografías que todavía hoy le sigue emocionando y también asustando es la de los barones Thyssen con el ‘Arlequín’ de Picasso. «Como corresponde a los millonarios de muchas generaciones no tenían la sensación de tener un algo especialmente. Cuando llegamos a su casa en Lugano me permitieron entrar a ver los cuadros y descubrí un Renoir en un cuarto de baño. Y cuando les propongo posar –porque era la etapa en que se estaba negociando la llegada a Madrid de la colección Thyssen– con una obra significativa para la cultura española como es el ‘Arlequín’ de Picasso me dicen que sí. Recuerdo que tuve que caminar como treinta o cuarenta metros hasta la terraza con aquel cuadro en mis manos y tuve una sensación que me hizo sudar y que todavía la conservo», asegura Conesa, que en el caso de Francis Ford Coppola se vio obligado a tirar de inventiva ante la negativa del director de ‘El padrino’ de cambiar de ubicación por una simple cuestión de sobrepeso.
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