Cesión de datos

En medio de la polémica mundial por la cesión de datos del gigante Facebook, con fines comerciales o de otra índole, me detengo en la noticias publicada por este mismo medio el jueves día quince, bajo el siguiente titular: ‘León se incorpora a la base de datos de suelo del Itacyl’. Y es que con luz y taquígrafos, el presidente de la Diputación, Juan Martínez Majo, y el viceconsejero de Desarrollo Rural, Jorge Llorente Cachorro, con la mirada atenta del delegado de la Junta en León, Guillermo García, firmaron un convenio en virtud del cual la institución provincial cede los datos de los análisis de tierra que efectúa gratuitamente a los agricultores de la provincia, para integrar una base de datos de ámbito regional a la que se accederá de manera universal y gratuita. Quiero pensar que ese día el asesor jurídico de Diputación estaba en baja forma, porque de lo contrario no entiendo cómo se puede cometer una ilegalidad y además contarlo en rueda de prensa. Porque, diga lo que diga el asesor jurídico de Diputación, si es que le han consultado, lo cierto es que estamos hablando de datos sensibles que se identifican con una parcela agrícola concreta, y a su vez con un propietario o arrendatario, y por lo tanto en modo alguno se pueden proporcionar salvo consentimiento expreso del interesado, cuestión que no se ha producido. No tardará en aparecer un perjudicado, alguien de esos a los que no le han consultado para difundir los resultados de los análisis de sus tierras, que presente una denuncia por incumplimiento de los preceptos de la Ley de Protección de Datos de Carácter Personal. Pensando es esto, en la denuncia, o si se quiere en cumplir la legalidad a la que apelan cuando le interesa los altos cargos de la administración, en otros organismos se le ha dicho al Itacyl que no, que los datos de los agricultores ni se subastan ni se regalan, que forman parte de su privacidad, y que como tal se ha de respetar. Es de agradecer este servicio gratuito de Diputación, pero no por gratuito da derecho a todo.