Cepas Viejas cumple 15 años con su nueva añada

Se ha convertido en una seña de identidad del mencía en la comarca, dentro de la firma Dominio de Tares, ubicada en San Román de Bembibre

Mar Iglesias
06/10/2017
 Actualizado a 15/09/2019
El Cepas Viejas cumple 15 años con una añada especial. | L.N.C.
El Cepas Viejas cumple 15 años con una añada especial. | L.N.C.
La bodega Dominio de Tares, nacida en el año 2000 en San Román de Bembibre, está de celebración estos días por el 15 aniversario de su vino Cepas Viejas, el más reconocido y el que se bautizó con la bodega. Sus primeros pasos supusieron un revulsivo en la zona Bierzo, por la que ha apostado la marca y fue un vino «de vanguardia y modernidad» en un momento de despegue para viticultura.

En estos años, Cepas Viejas se ha consolidado como un vino señero entre los grandes «referencia indispensable de esta región vinícola», dice Dominio de Tares. Su salida al mercado, ayudó a subir al mapa vinícola a los caldos de la variedad mencía y ha seguido manteniendo su identidad «reforzando en cada añada el carácter varietal».Así ha llegado a esta nueva añada que el enólogo de la casa, Rafael Somonte define como «posiblemente la más precisa y refinada de los últimos años».

Para su elaboración, Dominio de Tares ha elegido pequeñas parcelas singulares «plantadas en vasos de más de 60 años de edad». En bodega, ha pasado a una crianza de 12 meses en barricas de roble, francés y americano. Otros 12 meses más ha estado en botella antes de llegar al paladar. Se trata de un vino tinto brillante de color rojo rubí, nariz intensa y compleja con aromas de frutos rojos y negros confitados, que en boca es equilibrado y persistente. El Cepas Viejas añada 2015 sale al mercado a un precio de 13 euros.

Dominio de Tares ha crecido en estos años con la elaboración de nuevos caldos como elBaltos, Bembibre y P3, con la variedad mencía. La variedad blanca godello se usa para el vino fermentado en barrica y para La Sonrisa de Tares. Fuera de los límites de la comarca del Bierzo, la bodega ha puesto en marcha el proyecto nuevo llamando Dominio Dostares. Con él ha conseguido la recuperación de la variedad de uva prieto picudo para elaborar los vinos tintos Estay y Cumal, cultivados en viñas centenarias, a los que se suma el rosado Tombú.
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